La culpa la tiene el Antiguo Testamento

27 de agosto de 1994


Estimados compañeros:


Escribo en primer lugar para decir que el título “Justifica el atentado”  que pusieron a mi carta sobre la bomba a la AMIA, tergiversa el contenido de la misma. Me llamó la atención también el número de páginas dedicadas a la cuestión, que aparecen como un intento de justificar algo injustificable y esto es el marchar a una concentración donde el palco lo tienen organizaciones criminales como la DAIA y afines, con el argumento de que se voceó “Fuera Menem-Cavallo”. Hasta la Sociedad Rural exigió el retiro de gobiernos burgueses de turno en muchas ocasiones, principalmente “peronistas”. Sin embargo, como apunta la compañera Patricia en su carta, parece que hasta el volante del PO era un volante forro, tendiente no a denunciar el rol del judaísmo, sino a evitar irritar a los convocantes de la marcha.


Cuando analizan el “antisemitismo”  se suman a la propaganda judaica internacional, donde los únicos semitas son los judíos. Los árabes son semitas, por lo tanto ser antijudío no siempre es ser antisemita. El semitismo es una raza; el judaísmo es una religión. Así, un semita puede ser comunista; un judío no lo es, como no lo es un católico, budista, etc. Por lo tanto. un judío puede dejar de serlo. El artículo de Rafael Santos sobre el Bund y su expulsión del POSDR deja serios interrogantes. Por un lado ensalza al Bund, por otro critica y menciona a Medem, como cobertura a lo que parece ser claramente una crítica a Trotsky por su “dureza” con el Bund y supuestos buenos modales con el “sionismo” sin ninguna explicación. El Bund fue expulsado por sectario y chauvinista y punto, al margen de Medem y Santos.


Hernán Díaz aporta su granito con el “Yo argentino”  y se espanta que muchos de los que lo recitaban no habían nacido en el país. Al margen del uso que se le dé a veces al “Yo argentino”, la expresión es más inteligente y socializante que “el pueblo elegido” y “la tierra prometida”,  que están en la base ideológica de la religión judía y son motivos de su sectarismo y reclusión.


Para entender esta cuestión hay que dejarse de oportunismo y de buscarle pelos al huevo, llamar al pan, pan y al vino, vino; la raíz ideológica del judaísmo está en el Viejo Testamento, la Torah y el Talmud, todo es cuestión de dedicarse a leer.


Marx y Trotsky no escribieron como militantes judíos, sino como militantes comunistas internacionales.


Un abrazo