La lucha por las colonias gratuitas en la CABA

Con los chicos no se juega

Asesor de Graciela Muñiz en la Defensoria del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires

Cada año en enero, comienzan en la CABA los programas "Vacaciones en la escuela" del Ministerio de Educación y las colonias de la Subsecretaría de Deportes. Asisten más de 20.000 niños de todos los barrios. Se inscriben en diferentes establecimientos escolares y asisten a  polideportivos, clubes y grandes parques. También funciona en los hospitales Garrahan, Elizalde y  Gutiérrez. Todos son programas inclusivos para los niños, gratuitos y sin restricciones.


En cada comienzo de las colonias, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires -por medio de la Defensora Adjunta, profesora Graciela Muñiz, y su equipo- releva el estado edilicio y el buen funcionamiento del programa. Sin embargo, cada año se encuentran problemas -algunos repetidos, otros nuevos.


Las colonias dependientes de la Subsecretaría de Deportes (que se desarrollan en polideportivos y grandes parques) presentan las deficiencias denunciadas en años anteriores: pastos altos, baños sucios, faltante de libros de agua; sectores que exponen la integridad física de los niños, médicos que trabajan al aire libre sin consultorios adecuados. En aquellas pertenecientes al Ministerio de Educación, se advirtió una mayor improvisación. En algunas escuelas hay superpoblación de niños, sin la cantidad necesaria de docentes para asistirlos; en otras, sólo acude un tercio de los que podrían ir. Queda evidenciado el fracaso de la inscripción on-line implementada y la falta de conocimiento de las autoridades a cargo. Un ejemplo, los nuevos formularios de inscripción no prevén quién es la persona autorizada a retirar del lugar a los niños.


De esta manera, el programa agudiza sus falencias cada año y equilibra su funcionamiento con el esfuerzo de los trabajadores docentes y auxiliares. Ellos son el verdadero "resorte" que permite su realización. Los profesores aportan de sus "bolsillos" el dinero para abastecer los materiales que las autoridades del gobierno no les entregan o les envían en cantidades escasas.


La profesora Graciela Muñiz, por medio de su gestión y permanente denuncia, logró este año el inicio de las colonias hospitalarias, que estaban cerradas. Pero no alcanza: defectos estructurales, contratos de trabajo legales, reformas edilicias y mejor planificación de la logística se necesitan para brindar un programa eficiente. Este año, además, se intentó impedir nuestro ingreso para verificar el programa de educación.


Si año tras año se encuentran fallas, si en cada relevo algo empeoró; si cada colonia iniciada en lugar de incluir más, expulsa; difícilmente se trate de ineficiencia o errores de logística y administración. Se trata de cerrar el programa de colonias, se trata de vaciarlo, de ir golpeándolo año a año, de cansar a los papás, a los docentes que trabajan sin contrato y cobran meses después -o no cobran. Se amontonan chicos, quitan días de pileta, el método de inscripción es imposible de realizar. Es la política del mercado, es la política de Mauricio: la del negocio con amigos, la política de exclusión de los que menos tienen para favorecer los intereses de los privados en detrimento de las mayorías trabajadoras y sus chicos. Es la política del Gobierno de la Ciudad, "en todo estás vos"  si tenés cómo pagarlo y, en definitiva, "va a estar lindo Buenos Aires" para unos pocos.