El 22 de agosto, luego de la marcha nacional en defensa de la educación pública y gratuita, De la Rúa anunció oficialmente al país el llamado a un plebiscito para después de las elecciones de octubre. La pregunta será: ¿Quiere usted que se reduzca el gasto de la política?

Es claro que la gran mayoría de la gente, ante esta pregunta, contestarú afirmativamente; lo que no estú claro es cómo se reducirú el gasto de la política. Como ya fue denunciado en Prensa Obrera (N_ 710), esto se plantea como un golpe de Estado civil del gobierno de De la Rúa y Cavallo. ¿Pero en qué sentido?

El gobierno de De la Rúa-Cavallo intentarú reducir el gasto de las funciones públicas achicando las cámaras de Diputados y Senadores, o incluso, fusionando ambas cámaras, reduciendo el número de legisladores.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se pretende eliminar las listas súbanas de la siguiente manera: que la Capital se divida por distritos electorales: de esta manera, se votarían dos o tres (o los que sean) diputados por distrito, con lo cual las minorías no tendrían acceso a las bancas de la Legislatura. De esta manera, las listas súbanas seguirún existiendo en la ciudad, pero encubiertas, y las súbanas de la UCR y del PJ serún mayoría indiscutible en todos los barrios. Gobernarían sólo ellos y para ellos.

El gobierno necesita con urgencia llevar adelante este golpe y sumergir más a la Argentina en la timba de los banqueros.

Compañeros, hay otras formas de reducir los gastos de la política, bajándole los sueldos y la cantidad de asesores a los legisladores, pero hay también otra forma de democracia, la de los trabajadores, por medio de sus asambleas, un hombre = un voto. Ante el plebiscito “trucho”, hoy más que nunca hay que profundizar la huelga general para echar a este gobierno, y por una Asamblea Constituyente libre y soberana para rearmar desde las bases este régimen.