La yuta y el Polo

Les escribo para hacerles saber, y agradecer, que una compañera del Polo me ayudó el lunes en medio del quilombo (en Brukman).


Mi nombre es Gustavo, soy estudiante de la Universidad de las Madres y asambleísta del Cid. El lunes, cuando la yuta nos ataca, fuimos varios de los que estábamos adelante que respondimos con lo que teníamos. Recibí una granada de gas en la sabiola y me retiré por México, por la plaza, para cubrirme. Entre la sangre y los gases casi me mato entre los canteros, y fue ahí que una compañera del Polo me vio, volvió unos metros sobre sus pasos, y me llevó con los tiros detrás, casi dos cuadras hasta Chile, donde me encontré con amigos que me sacaron. No sé quién es, sólo pude ver que llevaba la gorra blanca del Polo. Mi agradecimiento a esta compañera. Cuando las papas queman es cuando queda claro quién es el enemigo y quiénes son los compañeros.


Gracias.