Lastiman a nuestros hijos

Alejandra S.

Desde el 24/10 empezaron a llover las amenazas a nuestro Colegio (Normal I -Av. Córdoba y Riobamba-), ahí me enteré que las amenazas además del Carlos Pellegrini estaban en el Lengüitas, en el Bermejo, Normal 4, Normal 6, etc., etc.

 

Las amenazas eran dos a tres veces mínimo por día. La de 9:30 y 12:30 -momento del almuerzo-, nunca faltaban.

 

¿Cómo eran las evacuaciones?

 

Pésimas, discordinadas, a destiempo.

 

Llegaba la noticia de la amenaza de bomba al colegio a la rectoría y desde allí al resto del personal de condución para evacuar el colegio.

 

Los docentes conducían a los chicos a la salida de la calle Paraguay y junto a algunos padres se empezaba a cortar la calle, hacia la calle Paraguay a veces, otras en la plaza del Palacio Pizzurno, otras en el galpón del Palacio Pizzurno -con ingreso por Montevideo- ya que por Rodríguez Peña “los chicos podían ensuciar las paredes”.

 

La policía entre 10 y 15 minutos empezaba a colaborar con los cortes de calle, ya cuando casi todos los chicos habían completado la salida y el destino de la evacuación.

 

Otros 15 minutos para que llegue el escuadrón antiexplosivos de la Federal.

 

Y otros 15 para que llegue algún móvil de Mitigación de Riesgo del GCBA.

 

Casi 2.000 chicos desde tres años hasta 16 -Nivel Inicial, Primaria y Media-, perdían mínimo dos horas por día y muchas veces el momento de almorzar.

 

Frío, lluvia, calor, hambre, el peligro del tránsito; es la tensión que se vivía en cada amenaza.

 

La desinformación estaba a la orden del día, a pesar de ello las “clases” sin contenidos continuaban como si nada pasara.

 

Las preocupaciones de los padres fueron en alza, empezaron a girarse las notas de padres a las autoridades de competencia para que informaran el estado de situación y los pasos a seguir, no hubo respuestas.

 

Recién cuando nos juntamos con un grupo de padres y se corto la avenida Córdoba, superó el problema el techo político y se empezó a analizar el grave conflicto de las amenazas de bomba y sus evacuaciones.

 

Luego llegó de parte de la rectora la denuncia y la llegada al Juzgado de Oyarbide bajo la carátura de coacción.

 

Y empezó el gran bonete,

 

Jefe de Gobierno, quién Señor, yo Señor, no Señor.

 

Ministro de Educación de la Nación, quién Señor, yo Señor, no Señor.

 

Ministra de Educación del GCBA, quién Señor, yo Señor, no Señor,

 

Dirección de Educación Superior, quién Señor, yo Señor, no Señor.

 

Supervisora General del GCBA, quién Señor, yo Señor, no Señor,

 

Ministro del Interior de la Nación, quién Señor, yo Señor, no Señor.

 

La semana pasada vinieron segundas líneas del GCBA, Jefatura, para descomprimir y mostrar a los padres su preocupación. Algunos padres se enteraron de la reunión y fueron para escuchar las propuestas, en definitiva nada en concreto porque tuvimos que evacuar también ese día ¡dos veces!

 

¿Cómo estamos hoy? Nos adelantan el cierre lectivo; con todo lo que conlleva esto.

 

¿Cómo llegamos a marzo de 2008? Sólo Dios sabe.

 

Convocamos a padres, alumnos, vecinos a defender la escuela.