Mariano Ferreyra ¡Presente!

Catalina Onufriuk

-Exclusivo de internet

Los insultos proferidos por la presidenta Cristina Fernández al Partido Obrero, a sólo horas del asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra, no son gratuitos. Uno se pregunta ¿con qué necesidad atacar (diciendo que somos una “banda” con grados “esquizofrénicos”), al Partido donde militaba Mariano?

Él pagó con su vida, su lucha tenaz. Fue su único “delito” Abrazaba sus ideales, que se plasmaban en forma concreta en su vida cotidiana. La militancia estaba incorporada en él como si fuera una necesidad básica. Porque quizás así lo entendía.

Nadie puede decir que Mariano era un provocador, ni la misma burocracia al ser consultada. Porque el arma del Partido Obrero es la formación política, por eso una de sus cualidades era la reflexión.

Mariano, Sra. Presidenta, estaba luchando por las necesidades básicas de los trabajadores: trabajo y salario. O sea, en ferroviarios: reincorporación de los despedidos y pase a planta de los tercerizados. Reclamo que su Ministro no escuchó.

Solo encuentro una respuesta: dicen que la mejor defensa es un ataque. Porque lo que defiende Sra. Presidenta es a sus aliados, la burocracia sindical ferroviaria, que por supuesto han demostrado ser una “banda” con grados “esquizofrénicos”, o como se pueda o deba calificar al accionar criminal.

Solo la complicidad del poder político puede justificar lo injustificable: atacar a la víctima, en vez de ponerse a disposición de sus familiares y del Partido Obrero para lograr el esclarecimiento.

Pero nosotros, Sra. Presidenta, tenemos calidad humana y política como lo demostraron cada uno de nuestros compañeros entrevistados en los peores momentos.

Esta vez las balas no salieron de la policía, es verdad, salieron gracias a la complicidad de la policía al liberar el accionar de la patota sindical. En cambio las balas de goma de la policía no apuntaban a los atacantes, sino a nosotros. Tampoco asistieron a nuestros heridos, fueron nuestros propios compañeros, que desesperados buscaron ambulancias para el traslado.

La defensa del negociado y el trabajo tercerizado, por parte de la empresa, la burocracia y el gobierno, costó: la vida de Mariano Ferreyra, el estado de gravedad (todavía con pronóstico reservado) de Elsa Rodríguez, las heridas de bala a Nelson Aguirre; militantes del Partido Obrero y heridas de bala a un trabajador mercerizado despedido del Ferrocarril Roca, Ariel Pintos.

Por eso con nuestro corazón de luto redoblamos nuestra lucha, por ahora por las necesidades básicas del movimiento obrero. Juicio y castigo a los autores materiales e intelectuales, fuera la burocracia sindical para terminar con el trabajo en negro y precario.

Mariano Ferreyra ¡presente!

Mariano Ferreyra ¡presente!

Mariano Ferreyra ¡presente!

¡Ahora y siempre!