Moción de apoyo a los compañeros del PO

Mi nombre es Diego y escribo estas líneas como integrante independiente de la Asamblea Popular Avenida San Juan y Entre Ríos. Recientemente, la Asamblea a la que pertenezco desde su formación, tomó una decisión por mayoría de expulsar de la misma a los compañeros pertenecientes al Partido Obrero.


Desde ya, manifiesto (y hablo a título personal) mi rotunda oposición a esta medida. En primer lugar, reconozco a los militantes del PO, más allá de mis discrepancias, como luchadores populares que pelean día a día por la revolución socialista y la emancipación de la clase obrera. Desde mi perspectiva, el movimiento de Asambleas tuvo un devenir cuantitativo y un crecimiento cualitativo a la vez (comisiones de desocupados, conformación de programas y planes de luchas, cohesión con diferentes ramas del movimiento piquetero, apoyo incondicional a los obreros y obreras de Brukman, y diferentes causas populares, etc.); sin embargo, la Asamblea de la cual soy miembro activo no supo convivir con las diferencias políticas. Sin poner en tela de juicio mi respeto a los compañeros de la Asamblea popular, tomo esta actitud como un signo de debilidad y no de fortaleza. La superación de las diferencias no se solucionan con la expulsión de la minoría en cualquier órgano de discusión y acción política (las Asambleas, por ejemplo) sino más bien, a través de la discusión y la persuasión en las discusiones. Creo que los compañeros no supieron diferenciar una perspectiva política de un “ataque” personalizado. La compañera Adriana, a la que supuestamente un compañero del PO atacó a su persona a través de ofensas y mentiras, no es una compañera cualquiera, sino que es… ¡candidata por Izquierda Unida para las próximas elecciones en Capital Federal! Es decir, uno de los argumentos que esgrimen mis compañeros como un ataque ofensivo hacia la compañera es en verdad ¡una discusión política de un partido hacia otro, con la característica de que se trata de dos compañeros de nuestra Asamblea!


Igualmente, quiero plantear un punto importante: reconozco al PO un proceder político que genera amor u odio, en donde si no coincidís con su perspectiva catalogan a sus adversarios como antipiqueteros, ibarristas, proKirchner, etc.


Como partícipe activo de la lucha popular manifiesto mi defensa incondicional a la Coordinadora de Alto Valle de Neuquén, al programa y plan de lucha que defienden los obreros de Zanón, Brukman, Supermercados Tigre, a los tres Encuentros de Fábricas Ocupadas, etc. Con esto quiero decir que tengo mis diferencias con los compañeros del Partido Obrero (lo que no quita que haya participado con gran entusiasmo de las ANT anteriores, por ejemplo), que no me une ningún tipo de afiliación, subrayando de esta manera mi carácter independiente.


Para concluir quiero volver a resaltar que me opongo rotundamente a la expulsión de los compañeros, que no es la mejor manera para resolver un conflicto, que su expulsión no fue por una cuestión de forma o método, sino política; y por supuesto, nunca me sentí ofendido como integrante de la Asamblea con las palabras o las actitudes de los compañeros del Partido Obrero. Sólo espero encontrar a todos mis compañeros asambleístas que tomaron esta decisión, de este lado de la trinchera cuando la lucha se endurezca y que la historia esta vez, no les pase por encima.