La apertura de la licitación que hizo el viernes pasado Cristina Fernández para la fabricación de la vacuna contra la gripe A es una farsa y una estafa.

Tan sólo horas antes, a través del decreto 1731/09, la propia Cristina declaró “de interés público” el proyecto de las firmas Novartis Argentina SA, Laboratorio Elea SACIFyA y Biogénesis-Bagó SA.

Al ser declaradas de interés público, tienen el “derecho de autor de la iniciativa” y eso significa que si alguien presenta una propuesta más barata o similar no gana la licitación. Si hay empate gana Novartis-Elea-Biogenesis Bagó, y si pierde, tiene el derecho de mejorar su propuesta.

Con este mecanismo, lo más seguro es que nadie se presente, salvo el “caballo del comisario” y eso le permitirá presentar una propuesta bien cara.

El decreto también dice que el Estado Nacional asume el compromiso de adquirir las vacunas antigripales que se fabriquen para destinarlas a las campañas de vacunación anuales.

Detrás de Laboratorios Elea y Biogénesis-Bagó está Hugo Sigman, un empresario K, mandamás del grupo Chemo, nuevo socio de Gas Natural en su filial de Argentina. Además es fundador de la editorial Capital Intelectual, que entre otros medios edita y distribuye Le Monde Diplomatique para la región latinoamericana.

El diario Crítica comentó que “en medios locales se ha acusado a Sigman de monopolizar las vacunas contra la fiebre aftosa, un negocio clave en un país con un rodeo vacuno cercano a las 50 millones de cabezas. La familia Sigman también se ha introducido en producciones exóticas en Argentina, como la cría de yacarés, en Corrientes (noreste), y de guanacos, en la provincia de Santa Cruz (sur), tierra natal del ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007)”.