Hace 14 meses atrás, tuve que despedir de una manera cruel a mi hermano Maximiliano y mi madre empezó una lucha por justicia en la cual la hemos acompañado. Luchamos y no perdimos la esperanza que esa gran mujer se repondría muy pronto para seguir luchando por el artista.

Se han ido los dos, nos han dejado y ahora nos tocó a nosotros seguir lo que ellos han empezado.

Con todo el dolor que me causa tener que pasar nuevamente por esta pérdida, recuerdo a Mamá como lo que fue siempre “el Libro Gordo de Petete”, quien siempre estuvo para darnos su apoyo, aunque estuviera en desacuerdo, y quien comenzó esa gran lucha por Maximiliano sin conocer y sin gustarle la política, ella comenzó una lucha por su hijo.

Ahora nos quedó el camino hecho para seguir y no olvidar que tenemos que seguir reclamando justicia y condenar a los responsables de las muertes de Darío y Maxi.

Y no dejar en el olvido la memoria de nuestros caídos ni la de mi madre que luchó hasta el último momento.

Por su vida y la memoria de mi hermano así la recordaré, mujer valiente y luchadora.

Nos veremos en algún momento cuando termine esta lucha, hasta pronto Mamá.