Nuestros hijos, nuestros nietos y nuestros bisnietos serán piqueteros

Al compañero Gustavo, de Hurlingham, no le parece bien que se hable de los niños como “nuestros piqueteritos actuales y los futuros piqueteros”. Califica como “pesimista” que nuestros hijos “tengan que cortar rutas en el futuro”.


Creo, sin embargo, que no sólo nuestros hijos serán piqueteros; también lo serán nuestros nietos y los nietos de nuestros nietos.


Es que el piquetero no es solamente un desocupado que corta rutas; el piquetero es el sujeto de la revolución social en la Argentina. El movimiento piquetero, movimiento de lucha de los obreros ocupados y desocupados, expresa una recomposición histórica de la clase obrera. En las condiciones concretas de Argentina, ¿qué sería un gobierno obrero si no un “gobierno piquetero”?


El piquetero es el sujeto de la revolución social, por eso, los docentes que luchan se denominan a sí mismos piqueteros aunque no corten rutas; o los artistas que luchan por la revolución social se califican, orgullosamente, como “piqueteros de la cultura”, aunque tampoco corten rutas. Cuando la compañera que escribió la nota, que Gustavo critica, habla de “los piqueteros del futuro”, no plantea un escenario de miseria sin fin y de desocupación por décadas; plantea la universalización del sujeto revolucionario, el piquetero.


La revolución, para nosotros, es permanente. No es obra de una sola generación. Y nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos, como sujetos revolucionarios, desarrollarán la revolución desde el punto en que nosotros la dejemos, así como nosotros la continuamos desde el punto en que la dejaron los que lucharon antes que nosotros.


El compañero Gustavo dice que “no luchamos para seguir luchando sino para obtener la victoria”. ¿Pero en qué consiste “la victoria”? ¿En el derrocamiento del régimen burgués en Argentina? ¿En toda América Latina? ¿En el mundo? Cada una de éstas serán, sin duda, grandes victorias obreras, pero no será “la victoria” porque como comunistas luchamos por la abolición del Estado y por la superación de toda forma de opresión humana. ¿Quién sino los piqueteros (la clase obrera revolucionaria) del futuro podrán llevar adelante esta obra?


El compañero Gustavo dice que, si ganamos, nuestros hijos no serán piqueteros. Es al revés, si perdemos, si la burguesía y la reacción logran derrotar a la clase obrera piquetera, si logra extirpar la rebelión que late en cada piquetera y piquetero, sólo así conseguirá que nuestros hijos dejen de ser piqueteros. Si ganamos, es decir, si hacemos progresar la causa de la revolución, las generaciones que la continúen se reivindicarán orgullosamente como piqueteras, es decir, como sujetos de la revolución.