Podemos, el Estado jacobino y los K*


Excelente el artículo, que he vuelto a leer hoy. Entiendo como un progreso abandonar la caracterización de organización efímera para Podemos a cambio de una definición respecto de su programa.


Existen profundos lazos entre Podemos y el kirchnerismo. No sólo dinero. Antes de su muerte, Ernesto Laclau, y ahora Foster, aparecen como luminarias de su firmamento. El agregado cultural de la Embajada argentina, Jorge Alemán, es su consejero áulico y les ha armado el círculo de psicoanalistas (facebook.com/german.cano.3785, el enlace es de Germán Cano, uno de los más próximos a Pablo Iglesias y a Alemán).


 


Otro del círculo es Luis Alegre, quien ha escrito un libro para el catedrático Carlos Fernández de Liria, El orden de El Capital, cuyo prólogo es una joya. La teoría es que entre el capitalismo y el fallido comunismo hay un Estado jacobino realizable: por ejemplo, la revolución bolivariana. Esto está elevado a la categoría de teoría política.


 


Esta teoría es un reflejo de los vínculos con Correa, Morales, antes Chávez, ahora Maduro. Mientras que históricamente el estalinismo quiso explicar el apoyo episódico al nacionalismo burgués en América Latina como un progreso hacia una supuesta revolución, para Podemos se trata de la internacional jacobina y el Estado pequeño burgués como un objetivo en sí mismo. Sin embargo, mientras en América Latina el enfrentamiento con el imperialismo yanqui siempre sobrevuela la escena, en el caso de Podemos nadie ocupa como enemigo esa posición central. Por lo tanto, carecen de ese eje y no han sido capaces siquiera de ubicar a Alemania como nación dominante dentro de la Unión Europea.


 


En todo caso, Podemos ha provocado una crisis sin salida a Izquierda Unida. Están gestando un acuerdo para las elecciones municipales con una segunda marca denominada Ganemos. Esta crisis se ha trasladado al Partido Comunista, en el cual un sector minoritario preconiza una delimitación y romper con las marcas electorales que diluyen el programa. Dentro de ese sector hay quienes promueven confusamente un programa de clase.


 


Por lo que he percibido en discusiones dispersas, la confusión ha llegado a las filas de Corriente Roja (morenismo local) que fue la única organización de la izquierda que en las elecciones al parlamento europeo se presentó con una lista de trabajadores, desde luego con un fuerte fracaso.