Por la municipalización del Club Villa Crespo

Sr. Director de Prensa Obrera


Rogamos la urgente repro­ducción de la siguiente carta, ante la proximidad de la Asam­blea de Socios que puede llegar a convalidar la enajenación del único centro deportivo que le queda al barrio de Villa Crespo.


Agradecemos desde ya vues­tra amabilidad.


Carta Abierta al Dr. De la Rúa y al H. C. Deliberante


Buenos Aires, 22 de Setiembre de 1997


Sr. Jefe de Gobierno Ciudad Autónoma de Buenos Aires Dr. Femando de la Rúa De nuestra mayor considera­ción:


En el corazón de Villa Cres­po, Juan B. Justo y Corrientes, hay una institución centenaria que ha vivido jomadas de gloria deportiva en disciplinas tales como el Básquet y la Natación. Una entidad que no sólo ha for­mado equipos de competición deportiva, sino —y muy funda­mentalmente — permitido la in­tegración social de cientos de vecinos del barrio.


El Club Social y Deportivo Villa Crespo tiene el mérito de darles un lugar a los discapaci­tados, la enorme virtud de ayu­dar a rehabilitar personas con problemas psicomotrices, de ofrecer una terapia deportiva a una masa cada vez mayor de gente víctima del stress, en fin, de cumplir una función social que no cumple absolutamente ninguna otra institución en el barrio.


Villa Crespo viene sufriendo en los últimos años la pérdida de distintos centros de rehabilita­ción física, esparcimiento depor­tivo y recreación. Al cierre del Club Atlético Atlanta se le sumó, hace poco, el del natatorio Atlántida. El CSyD Villa Cres­po, en estas circunstancias, no puede ni debe cerrar.


¿Cuál sería, entonces, la causa que amenaza su continui­dad? Aunque aún no lo hayan comunicado en Asamblea de so­cios, citada para el próximo 29 de Setiembre, las autoridades del club han reconocido oficiosa­mente que vienen ultimando los detalles para la venta del in­mueble a la poderosa cadena de hamburgueserías Mc’Donalds.


Desconocemos si se trata de la licenciataria en la Argentina —Arcos Dorados— o de algún franquiciante. Lo que sí sabe­mos es que a tan sólo 4 cuadras, sobre Corrientes y Scalabrini Ortiz, hay otro local de Mc’Donalds. Y que Villa Crespo no necesita saturarse de locales de hamburguesas que se coci­nan en su grasa (no lo decimos nosotros, lo asegura la compe­tencia dentro del ramo de las comidas chatarras), pero sí ne­cesita, imperiosamente, no sólo preservar, sino incluso ampliar, la oferta deportiva, recreativa, cultural y social.


La probable venta del Club Social y Deportivo Villa Crespo es un crimen de lesa humani­dad, aunque ningún juez esté dispuesto a caratularla de esa manera. Porque margina aún más a los lisiados y discapacita­dos del barrio. Porque se les cierra otra puerta de sano creci­miento a los jóvenes, de quienes tanto se ‘cacarea’ que hay que alejarlos de la droga y el alcohol. Porque a la gente con proble­mas neurológicos o de stress se le sustrae una terapia comple­tamente natural. Porque más de mil doscientas firmas de ve­cinos del barrio, juntadas en una sola semana, reafirman que no estamos dispuestos a seguir perdiendo derechos. Por­que en medio de tanta supuesta preocupación por combatir el flagelo de la desocupación, se deja en la calle a decenas de trabajadores (entre empleados y profesores).


El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires debe tomar cartas en el asunto. Sabemos que en las negociaciones por la venta hay gente poderosa, tanto del lado de la multinacional de las hamburguesas como de la Co­misión Directiva del club, entre ellos, el padre del primer candi­dato a diputado por el PJ de la Capital, Daniel Scioli. Pero el interés y el derecho de los veci­nos del barrio está por encima de cualquier enjuague mercantilista.


Denunciamos la promoción, durante los últimos años, de una aviesa política de no inscri­bir nuevos socios en el club, al punto que conocemos de la exis­tencia de un solo socio activo. Los demás son todos vitalicios. Eso profundiza nuestra sospe­cha de que se preparó delibera­damente el terreno para la ven­ta del inmueble y el beneficio de unos pocos.


Le solicitamos, por lo tanto, Sr. Jefe de Gobierno de la Ciu­dad de Buenos Aires, Dr. Fer­nando de la Rúa, y en forma extensiva al Concejo Deliberan­te en pleno, se arbitren los me­dios políticos para que se trabe la negociación y, eventualmen­te, se proceda a la municipaliza­ción de este centro recreativo, con la participación, control y gestión por parte de sus usua­rios, empleados y profesores, para el bien de toda la comuni­dad de Villa Crespo.


 


C/copia Sres. Jefes de Bloques Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires