República Cromagnon o gobierno de los trabajadores


Los 185 muertos y los centenares de heridos en el recital de Callejeros no recibieron a sus seres queridos con los brazos caídos. A pesar del gobierno y sus medios de comunicación, éstos no dejan que el llanto nuble su vista. Señalan con el dedo a los verdaderos responsables.


 


En estos días, no ha habido una madre, hermano, familiar o amigo que no denuncie a los responsables políticos y sociales de esta tragedia. Tienen la claridad de que el problema no fueron los chicos que lanzaron la bengala sino el gobierno y los capitalistas que –en defensa del lucro capitalista y la coima de la burocracia estatal– encadenan las salidas de emergencia (si las hay) y no controlan el conjunto de las medidas de seguridad.


 


Esta tragedia demuestra nuevamente que el Argentinazo vive en el espíritu de las masas. No sólo por las centenares de personas que –ante la inacción y complicidad estatal– se organizaron para socorrer a los heridos y trasladar a los fallecidos; sino por las conclusiones políticas a las que se llegraron.


 


Cada madre, hermano, familiar o amigo de los chicos del Once (como también en el caso de la chica muerta atropellada por un auto que corría picadas, pocos días antes), llegó a la conclusión de que estos gobiernos son incapaces de garantizar la vida del pueblo y –por lo tanto– madura en su conciencia (como en la de millones de argentinos) que es necesario desarrollar una alternativa de poder que garantice nuestro trabajo, nuestra salud, nuestra educación y nuestra diversión. La opción es cada vez más simple: República Cromagnon o gobierno de los trabajadores.