“¡Te lo devoraste, Pts!”

Más allá de la impotencia política que reveló el Pts al utilizar, copiando simplemente, dos subcapítulos (el tercero y el cuarto) del capítulo “La cuestión china después del VIº Congreso” (de la Internacional Comunista), pensé ¿no se habrán olvidado nuestros “copistas” de “copiar” algo, quizás “inconveniente”, del mismo libro? Para mi completa falta de asombro, así era nomás.


La más simple lógica formal me llevó de inmediato de los “copiados” subcapítulos tercero y cuarto al segundo. Es en él donde Trotsky se introduce en la cuestión de la Asamblea Nacional (o Constituyente) del siguiente modo:


a) “La burguesía estima, y no deja de tener razón al hacerlo, que ella misma explotará con tanto más éxito las contradicciones interimperialistas y que obtendrá un compromiso tanto o más ventajoso cuanto que habrá sabido obligar ventajosamente a las camarillas militares del Kuomintang a someterse al aparato del Estado burgués centralizado. Es en este sentido hacia donde van actualmente las aspiraciones de los elementos más ‘progresistas’ de la burguesía y de la democracia pequeñoburguesa. La idea de la Asamblea Nacional, que es el coronamiento de todas las victorias conseguidas, el medio para romper la unidad de los militaristas, y la representación autorizada del Estado de la burguesía china en los asuntos tratados con el capital extranjero, tiene su origen en esta decisión”.


Es aquí donde Trotsky habla por primera vez del tema, en relación a China, cuya burguesía estaba en plena organización de su “representación autorizada del Estado”, necesitando subordinar a él a las camarillas del Kuomintang, y obviamente a todas las capas de la Nación.


b) “… pero si no intervienen nuevos factores, tanto la cuestión del régimen de Estado en China como los problemas constitucionales, serán, en el curso del próximo período, el centro de la atención pública. ¿Qué posición tomará el Partido Comunista? ¿Qué opondrá a este proyecto de Constitución del Kuomintang? … El nuevo Partido Comunista puede y debe formular la consigna de una Asamblea Constituyente que tenga plenos poderes, elegida por sufragio universal igual, directo y secreto. En el curso de la agitación que será llevada a cabo en favor de esta consigna será preciso evidentemente explicar a las masas que es dudoso que semejante Asamblea sea convocada, y que incluso si lo fuera, se vería impotente para actuar mientras el poder material continuara en manos de los generales del Kuomintang. La posibilidad de abordar de una forma original la consigna del armamento de los obreros y campesinos se vería facilitada con ello” (diferenciados míos).


Se ve que Trotsky no le veía muchas posibilidades a la Asamblea Constituyente, ni mucho menos a que fuera libre y soberana. Se nota que confiaba más en el “armamento de los obreros y campesinos”, sembrando siempre la mayor desconfianza en la burguesía y sus “instituciones”.


Las citas a) y b) se encuentran en las páginas 343, 344 y 345 de El gran organizador de derrotas, pertenecientes al segundo subcapítulo (“El período interrevolucionario y sus tareas”).


Por último, del tercer capítulo, sexto subcapítulo (“Carácter de la futura revolución china”, páginas 265 y 266) un pequeño recordatorio de León Trotsky a los “copistas” del Pts …“con más de sesenta años de anticipación”, y con el sincero deseo de que lo comprendan antes de que transcurran otros sesenta años: “ … ya oímos formular la siguiente objeción: China no está lo suficientemente madura para la revolución socialista. Pero, ¿es que Rusia, considerada aisladamente, estaba preparada para el socialismo? Según Lenin, no. Lo estaba para la dictadura del proletariado, único método que permite resolver los problemas nacionales urgentes” (diferenciado mío).