Tévez, ídolo también contra la pobreza


Jorge Manuel Santander, asesor de la Jefatura de Gabinete del gobierno de Formosa, trató de “hdp” y “villerito europeizado” a Carlos Tévez por las declaraciones que el astro de Boca realizó acerca de la pobreza en esa provincia.


En el programa televisivo “Animales sueltos”, que conduce Alejandro Fantino, el ídolo xeneize había fustigado el nivel de vida en la provincia de Formosa en términos duros: “Del mundo no entiendo la desigualdad de las personas. No lo entiendo. En Formosa, el hotel donde paramos es de cinco estrellas, es como si yo ponga un hotel de cinco estrellas en Fuerte Apache, porque la pobreza que hay en Formosa es muy grande, y de repente entramos al hotel y era Las Vegas”.


No es la primera vez que Tévez se refiere a cuestiones de tinte político. En ocasión del asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra, grabó un video de repudio al crimen pidiendo castigo a los responsables, que fue difundido en un acto masivo en Plaza de Mayo y continúa todavía reproduciéndose en las redes sociales.


La novedad que preocupó al funcionario, quizás, es que lo haya hecho en plena campaña electoral. Santander sangró por la herida: “Lo recibieron en el Aeropuerto con flores y besos, banderas y multitudes, pasión y calidez, y él, villerito europeizado, le devolvió ese afecto a nuestro pueblo rebajándonos a mierda. ¿Cuánto te pagó Macri, podrido de mierda?”.


Lo cierto es que Carlitos recibió el apoyo de cientos de hinchas del fútbol en Facebook, muchos de los cuales, seguramente, habían ido a recibirlo al aeropuerto y se sintieron reivindicados por la denuncia del ídolo.


“Es increíble que un hijo de la humildad del pueblo argentino haya perdido la mirada y se preste al discurso de los enemigos del pueblo, especialmente cuando ese pueblo humilde lo puso en el pedestal de sus elegidos elevándolo por su origen y por amor. La verdad es que las luces del imperio vuelven ciego a los que no están preparados. Deseo fervientemente que jamás vuelva a nuestra tierra y no recuerde más a Formosa”, concluyó su diatriba Santander.


Contrariamente a la crítica del funcionario, un hijo de la humildad debería, como hizo Tévez, conservar la conciencia de la situación que viven sus hermanos y no renegar jamás de su origen. El tuvo la suerte de ser un privilegiado jugando al fútbol, pero sabe que no es ese el futuro que les espera a los millones que viven de su trabajo. Y eso, los que tienen la fortuna de tenerlo.


Formosa es una provincia en la que el 55% de la población vive en la pobreza. No es casualidad que Carlos Tévez lo haya visto: es imposible no ver lo que nos rodea. Y si el pueblo puso en un pedestal al ídolo de Boca no es sólo porque juega bien, sino porque defiende a los más humildes, aunque esa ya no sea su condición. No es lo mismo que puede decir un gobierno como el de Gildo Insfrán, que hambrea a los trabajadores y rapiña las tierras de los aborígenes, a quienes mantiene en situación de indigencia. Es ese gobierno el cegado por las luces del imperio, porque es aliado de un gobierno pagador serial de la deuda externa.


Las declaraciones de Tévez no hacen más que señalar un hecho innegable y que, con matices, es la realidad que vive todo el país. Necesitamos terminar con la desocupación y el trabajo precario, elevar nuestro salario al nivel de la canasta familiar, obtener el 82% móvil para los jubilados. Necesitamos diputados de izquierda en el Congreso que nos ayuden a luchar por estas reivindicaciones. Sólo los trabajadores, y no sus verdugos, seremos capaces de derribar este sistema de opresión.