Trabajadores de Ivisa

Señores de Prensa Obrera:

Nos dirigimos a ustedes con el fin de contar la situación laboral por la que estamos atravesando desde hace tiempo en Ivisa Impresora Internacional de Valores, cita en Wenceslao Villafañe 1310, Capital Federal.

A través de esta nota nos gustaría que salieran a la luz tantos años, donde nosotros, los operarios, estamos siendo perjudicados; sin tener ningún tipo de apoyo y cansados de recibir tanto abuso.

La empresa está muy bien vista “afuera” (en el exterior); donde guarda una buena imagen. Posee numerosos casinos y hoteles, inclusive otros tantos próximos a inaugurarse por ejemplo en Chile, San Juan, etc., invirtiendo en los mismos sumas millonarias. Mientras tanto, acá nos echan sin tener ningún tipo de reparo, respeto o consideración por sus empleados, ni siquiera con aquéllos que le han brindado tantos años de trabajo.

Dicha institución presentó una “nota” al Ministerio de Trabajo donde dice que por falta de trabajo deberán suspender a 30 personas sin goce de sueldo durante un período de 30 días y que, si al cabo de ese lapso no repuntara el trabajo, se darán vacaciones, y posteriormente el despido. Lo peor es que no pagarán la indemnización correspondiente a cada caso, sino que pagarán el 50% de lo que realmente correspondiera. Al menos si quieren deshacerse del personal deberían tener la dignidad de pagarle a la gente lo que corresponde, ya que cuentan con todos los medios para hacerlo.

Claramente, la falta de trabajo es real, pero también es real que de cierta manera es su culpa, debido a la falta de inversión en nuestro rubro.

Por otra parte, pasan presupuestos con valores altísimos para que los interesados no acepten el costo y de esa manera “perder los trabajos”.

Hoy por hoy, el “juego” les da las “ganancias extraordinarias” que ellos quieren, pero a costillas nuestras.

Otra cuestión es que quieren trasladar la empresa a quién sabe dónde, buscando un edificio más pequeño, con el fin de mantener hasta no se sabe cuándo a los viejos operarios que tienen mayor antigüedad. Pero los despidos siguen y la situación se torna insostenible, se trabaja bajo presión emocional, estrés, angustia, pensando a cada segundo que tantas familias quedaran sin trabajo.

Muchos de nosotros se han resignado a “agarrar” lo que les ofrecen por no quedar sin nada. ¡Pero no es justo!

Esperamos que nos ayuden a sacar este artículo en su diario. ¡Desde ya, muchas gracias!