Falleció Pedro Asquini

Hay que entrar al Instituto Nacional del Teatro y sacarlos a patadas a todos", así dijo el viejo director-actor-autor-maestro, a los 85 años, a voz en cuello, en una asamblea de artistas e intelectuales en pleno centro de Buenos Aires, en un teatro de la calle Corrientes, cuando faltaban unos meses para el Argentinazo del 2001.


El luchador sabía de lo que hablaba: hacía cincuenta años, con su mujer y algunos pocos, inauguraron un camino para el teatro independiente; su objetivo era entregar a la población un teatro de "calidad", oponiéndose al teatro "comercial".


Así entraron a la Argentina los autores Bernard Shaw, Brecht, abriendo paso a las nuevas generaciones que trajeron el absurdo europeo y otros.


Orientando batallas en la idea del reformismo, consiguió ver en pie la ley 24.800 que arranca al Estado fondos para la promoción del teatro, y pudo ver cómo con la implementación de esa ley, vía el Instituto, se usurpaban voluntades y fondos orientándolos hacia el clientelismo político, vía el punterismo teatral de las regiones del país.


Pudo ver cómo las formas de la "democracia" eran otra máscara para hacer pasar "gato por liebre" (mantener todo como está pero hacer parecer que no es así).


De ahí su voz de tamaña autoridad para gritar que había que sacarlos a patadas.


Habrá sonreído feliz con el pueblo levantado meses más tarde, pero un proceso de deterioro físico lo llevó a la muerte a los 87 años, en setiembre de 2003.


Hoy, los duhaldistas trajeados de kirchneristas, a su vez travestidos en demócratas, ungen en la dirección del Instituto a un delarruista amigo de Lopérfido, a quien se oponen los que están sentados allí, que son menemistas con máscaras duhaldistas, todos intentando conseguir para sus fines los doce millones del presupuesto anual para el teatro.


Parece una parodia mal actuada; pero el compañero Asquini no se removerá en su tumba, su paraíso era estar vivo y luchando en la tierra; será tarea de nuestra generación tomar la posta de su lucha. En principio, los métodos: la asamblea, la organización y la lucha. Y en el Iinstituto, que las asambleas de las "comunidades teatrales" tengan poder de diseño, planificación de actividades y control de los fondos de las políticas teatrales.