La trascendencia que el “fenómeno piquetero” va ganando día a día, ya supera los márgenes de lo político y, como todo movimiento político de relevancia histórica, se traduce en las expresiones artísticas que le son contemporáneas. Cientos de canciones, obras teatrales y poemas referidos a los piquetes y piqueteros, enriquecen el acervo cultural de este comienzo de milenio en la Argentina. Grupos de rock, poetas del tango y del folklore, actores, músicos, cantautores, plásticos, encuentran una motivación estética de gran intensidad en los métodos, las reivindicaciones y la organización de este “nuevo sujeto de la revolución: el piquetero”. De hecho, a la luz de las “jornadas del Argentinazo”, un grupo de artistas decidimos poner en pie LuchArte, una agrupación con una clara definición piquetera, dado que integramos las filas del Polo Obrero y participamos de las Asambleas Nacionales de trabajadores ocupados y desocupados, llevando nuestro programa y logrando incorporar al del Bloque Piquetero Nacional dos de nuestras reivindicaciones sectoriales.

LuchArte fue la responsable de la convocatoria a los artistas y la organización del escenario con el que se hizo “el aguante al Acampe”. La experiencia resultó valiosísima, dado que participaron además de los artistas que vienen acompañando los “cortes” desde la primera hora, otros que por primera vez se acercaban a una movilización piquetera (La Renga y Un Kuartito; Raúl Carnota; las murgas Resaca del Carnaval y Endiablados; y el poeta Alberto Ortiz). Estos nos manifestaron su emoción por la fuerza, la organización y la claridad política del movimiento, así como su agradecimiento por el respeto con el que fueron tratados por los dirigentes piqueteros y el público en general. A su vez, los compañeros de los barrios expresaron su alegría, porque después de la victoria política que significó el Acampe frente al Estado, el mismo Acampe les había dado la posibilidad de escuchar a sus artistas populares por primera vez en vivo.

Como “artistas piqueteros” nos interesó visitar la exposición, titulada “Diciembre”, del pintor Mariano Sapia, que se realizó durante el mes de septiembre en el Centro Cultural Borges. Este artista refleja en su obra la intensidad de su tiempo, el tiempo de los piqueteros y los cartoneros. Con colores profundos que retratan la rebelión popular de diciembre, los cortes de ruta o un baile cartonero, Mariano Sapia dice sentirse marcado por la realidad. “Uno no elige ser abstracto o figurativo. Y cuando es figurativo tampoco elige sobre qué va a pintar. Es la realidad la que lo elige a uno”. Por otra parte, nos dice Mariano, “el arte no debe ser destinado a las élites. Es suficiente que una persona posea un espíritu sensible para que pueda emocionarse con una obra y sentir una transformación. En esta época, desde el poder se plantea el arte destinado a pequeños grupos y se lo retacea a las capas más populares de la población”. Sin embargo, este pintor marcado por la impronta del movimiento piquetero desde los años ’90, en que pintó los primeros cuadros sobre este tema, se define como un escéptico de la condición humana y le parece una “hermosa e irrealizable idea” un gobierno de trabajadores en la Argentina que termine con este régimen de oprobio y ponga en pie una nueva sociedad socialista.

Pero más allá de los pronósticos individuales, lo importante es que los artistas argentinos y tal vez los latinoamericanos, hoy no toman como inspiración de su obra al nauseabundo cadáver del capitalismo, sino al cuerpo en gestación de la revolución por venir: los piqueteros.