Cultura

4/9/2008|1053

Acerca de la película “Leonera”

comunicadora Social Audiovisual y cinéfila

Leí el artículo de OC, con datos sobre la temática que aborda la película de Trapero. Pero después de ver Leonera, me permití hacer estas apreciaciones desde lo cinematográfico.

Esta película de Trapero logró repercusión y grandes expectativas fruto de la cosecha de excelentes críticas a su paso por el último Festival de Cannes. Si bien el gran reconocimiento compensa el esfuerzo de su realización, puertas adentro de la institución que ilustra la atrocidad y ferocidad de este Estado: la cárcel; y en particular a las cárceles de mujeres que tienen con ellas hijos hasta la edad de 4 años (en que son arrancados de su lado, mientras ellas continúan cumpliendo condena) la acogida de aplausos y el pulgar hacia arriba, son exagerados para este largometraje que nunca acaba de excavar en los nudos que en su trama va presentando.

Desfilan los avatares de una causa judicial esbozada de a ratos para finalmente ser relegada a un segundo plano dentro de la historia.

Otro meollo presentado es un conflicto madre/hija que impregna simplemente de mala onda las escenas entre ambos personajes durante la película.

Se alude sin mayor profundización al tema del negociado con la documentación de personas, aparece como una carta bajo la manga de la que hecha mano la protagonista, aunque más bien parece un mecanismo súbito de resolución de escritura del film. Una historia que nunca deja de mostrar a una chica “bien”, caída en problemas por un infortunado y retorcido entuerto pasional, que la confina a prisión, pero en la que nunca deja de parecer la chica “fuera de contexto” que es.

La película no aborda ni siquiera sutilmente, innovadoramente, los enclaves sociológicos de la problemática de estas madres. Ni siquiera en la manera de vulgar instrumento de denuncia de los que el cine nacional tiene una larga tradición. Una escena que muestra esta elección temática vacía de implicancias de fondo sobre la “Leonera”, la representa aquella en que la protagonista desata aun a expensas suyas, una revuelta entre las presas, que tan sólo acaba con el reclamo particularizado de su caso individual.

Sí, la actuación está a la altura de una credibilidad de interpretación muy lograda. Pero esto no es novedad en una amplia lista de nombres poco conocidos que gratamente vemos en la pantalla nacional.

El único mérito que encontré en la historia, es el enfoque desmitificado de la inclinación sexual entre mujeres, que dentro de una multiplicidad de formas diferentes, no tiene por qué responder a un fetichismo machista, ni a un tratamiento burdo del tema, sino que bien puede responder a un sentimiento mutuo circunstancial de compañeras de supervivencia en la cárcel.