Cultura

27/5/2010|1130

“Museo Ezeiza”: sentir y pensar la revolución

-Exclusivo de internet

El sábado 8 de mayo, en el marco del Felco 2010, se llevó a cabo la exhibición de la obra “Museo Ezeiza” de Pompeyo Audivert y Andrés Mangone. A continuación, se desarrolló un debate con la presencia de Alejandro Guerrero -autor del libro “El Peronismo Armado”- lo que permitió una amplia participación y la contextualización histórica de la obra.

El 20 de junio de 1973, cuando centenares de miles de personas acudieron a Ezeiza a recibir a Perón, que regresaba de un largo exilio, grupos de la derecha peronista comandados por el coronel retirado Jorge Manuel Osinde, coparon el escenario y dispararon sobre los manifestantes, provocando un aún indeterminado número de muertos. Anticipo del accionar de la Triple A, la Masacre de Ezeiza sería el punto de partida de la política de persecución y exterminio del activismo obrero y de izquierda.

La puesta de “Museo Ezeiza” nos remite a un laberinto casi onírico, en el que inmediatamente nos sentimos involucrados. Los escenarios ofrecidos generan tanto desconcierto como el que se vivió en aquella gesta manipulada desde lo siniestro. Casi sin que uno se lo proponga, está presente como actor de un suceso que pasó hace muchos años. Sin embargo, la presencia del dolor, de la crueldad organizada, de las invocaciones mesiánicas a Perón y las ilusiones pisoteadas de centenares de miles se viven con el vigor de lo presente. Muchos de los asistentes se retiraron del salón, conmovidos por las lágrimas. Después, al final, se produjo un silencio que permitió que nos colocáramos afuera y que arreciáramos con conmovidos aplausos.

Sin interrupción alguna -sólo lo necesario para colocar las sillas- se inició el debate. Guerrero recordó los debates políticos en relación con el retorno de Perón y cómo Política Obrera fue la única corriente que caracterizó que ese retorno se produciría solamente para llevar adelante una acción contrarrevolucionaria. Las consecuencias políticas del Cordobazo requerían de parte de Perón una acción de aquellas características. Los Montoneros fueron los que desarrolarían toda la campaña electoral y los esfuerzos por el retorno de Perón bajo el planteo -que siguieron decenas de miles de militantes- del “socialismo nacional”. Esa política tuvo consecuencias trágicas para el pueblo argentino y para la misma organización Montoneros. Todo esto se debatió en un clima de reflexión y fraternidad. Tal vez lo más emblemático de la situación fue cuando una compañera de la gloriosa generación setentista dijo que ella había militado en esa JP de Montoneros, pero ahora su hijo lo hacía en las filas del Partido Obrero.

Sentir y pensar. Así, la síntesis de una actividad del Felco que lo coloca como la expresión más alta de la cultura en este raquítico Bicentenario.