Cultura

22/10/2016

Gastón Sardelli: “Los gobiernos se pasan la posta para profundizar las cagadas” [VIDEO]

Entrevista al bajista de Airbag. Su nuevo disco, la gira y la política: de Marx al FIT. VIDEO.


Airbag siempre sorprende. La banda de hermanos nació con el siglo y hoy sigue haciendo música y logrando la adhesión musical de miles de fans en todo el país. Acaban de sacar un nuevo disco llamado Mentira la verdad y Gastón Sardelli, bajista de la banda, conversó con Prensa Obrera sobre música, política, drogas y los verdaderos superhéroes de la historia. Pasen y lean. Y también, pasen y vean el video. 


 


Mentira la verdad y la dialéctica


 


A todo disco siempre le buscamos algún concepto. El anterior se llama Libertad y todas las canciones estaban relacionadas con la libertad. En este caso lo asociamos a la metáfora de la caverna de Platón y los diversos grados del conocimiento. La idea es señalar que muchas veces hay verdades que son mentira y que hay mentiras que son verdad también. Tiene que ver con una mirada dialéctica que indica que no hay verdades absoluta y eternas…


 


Soy muy rompebolas con la dialéctica. La primera vez que leí algo de Marx me voló la cabeza, pero una vez que entendí la dialéctica y volví a Marx, no me voló, sino que me estalló la cabeza. En la banda con mis hermanos no somos un monolito ideológico. Pero estamos de este lado de las cosas. Yo siempre trato de tirar estas señales, esta pequeña línea que suelo bajar.


 


El público de Airbag


 


Para nosotros es muy especial eso de que distintas generaciones siguen viniendo a nuestros shows. Nuestro primer disco salió en 2004, todos nosotros teníamos menos edad. Guido tenía 14 años. Todo ese público fue creciendo con nosotros, algunos seguramente dejaron de escuchar nuestra música y escuchan otras cosas. Pero también con cada disco se suman nuevos pibes a los seguidores de la banda. Pasa todo lo que se espera que no pase.


 


Si bien la idea es que vengan a divertirse porque sabemos que los pibes vienen podridos del laburo, la familia, el trabajo, el jefe y esas cosas, siempre tratamos de que haya un pequeño halo de reflexión y lo que a uno lo motiva a hacer eso es que está todo como el orto, y podría estar mucho mejor. La banda y yo somos concientes del esfuerzo que un pibe o una piba tiene que hacer para juntar unos mangos comprar una entrada, pero por eso está bueno generar ese espacio. Y también sirve para reforzar lo que pasa por abajo del escenario con el activismo. Por lo general se espera que la obra sea la que tenga el mensaje revolucionario y luego el artista que se quede en su casa porque ya la obra hace el trabajo por él, pero para nosotros es al revés. Por ahí el contenido de la obra es un poco menos importante en ese sentido y en nuestro caso es reforzar lo que pasa por abajo del escenario. 


 



 


Las canciones y la política


 


Nuestras canciones no hablan de una temática específica, de hecho somos terriblemente heterogéneos, puede ser una canción al amor, a nuestra abuela, a un amigo, sobre los drones que tiran bombas en Medio Oriente. El arte no tiene el deber de ser un documento histórico de lo que está pasando en la realidad, porque también puede tener momentos de boludeo. No mantenemos una obligación de tener que decir tal cosa, pero por ejemplo hay una canción que canta Guido que se llama “Apocalipsis comfort” sobre cómo avanza la tecnologia y cómo un dron que puede ser boludo y divertido para jugar, hay otro dron que está matando y tirando bombas en Siria. Cómo estás saturado de información, pero no la podés elegir. Hay canciones que intentan expresar ese tipo de cosas, y hay otras más emocionales. Para nosotros eso está bueno porque nos permite ser auténticos en lo que queremos. De todos modos respetamos que cada artista se exprese como quiera. Con los chicos de Las Manos tenemos una confianza absoluta y hemos charlado con el Pecho sobre cómo sumar artistas a las causas. Es una banda que planta la bandera muy claramente. Respetamos lo que hacen todos, incluso los que no tienen canciones politizadas. Nosotros apostamos a lo que pasa por abajo, que es en definitiva lo importante. 


 


La situación actual con el gobierno de Macri


 


Y… la situación actual. En realidad es un perpetuo ‘actual’ desde que uno tiene memoria porque los gobiernos pasan y las estructuras no cambian. De gobierno en gobierno se pasan la posta en cómo profundizar las cagadas. Todo este giro a la derecha es una expresión de la crisis y salimos para un lado no barbárico o seguimos un camino que nos va a llevar a estrellarnos como civilización. Es preocupante. Pero creo que se están generando las condiciones para que surjan movimientos. Estas bofetadas que te da la realidad pueden provocar que la sociedad se replantee y sea autocrítica. 


 


La posibilidad de la revolución


 


Yo creo que es posible que en algún momento, no digo que sea acá, pero puede ser, pueden darse las condiciones para que un cambio se profundice. Igual, si no se levanta la conciencia de clase no va a pasar. Lo que está pasando con el FIT es un indicativo de que hay una consciencia de clase que se está desarrollando. Hay una parte de la sociedad que ya no se cree los discursos a medias tintas. Y también hay gente que por ahí votó por bronca a esto y después se da cuenta de que le gusta lo que dicen los ‘zurdos’ y quizás esto con la suma de factores pueda gestarse todo para que podamos dar el principio de cambiar las cosas, de fondo.


 


Las drogas y por qué estar en contra


 


Para mí el problema no es la sustancia en sí, sino que hoy estamos en un sistema alienante y y que sólo puede servir como válvula de escape. Yo siempre traté de ser muy respetuoso con mi cerebro. Le digo a los pibes que no se quemen el bocho. Hay colegas con los que no podés hablar dos palabras porque se aniquilaron. A diferencia de algunos compañeros de la izquierda que sostienen que el problema es la calidad. Pero muchos de mis ídolos tomaban de la mejor y hoy tienen que estar todo el día con ansiolíticos o se cagan. Y son genios de la música. Pero son genios de la música no porque se droguen, sino porque son genios de la música. Entre nuestro público hay muchos pibes que tienen sus bandas y a veces nos mandan los videos. Si yo les dijera que con el reviente está todo bien les estaría diciendo que están arrancando con desventaja en sus conexiones con lo que hacen y con comunicarse con otros artistas para organizarse. No puedo tener la postura de ‘está todo bien’. Te hace mieda el bocho y eso es lo que nos diferencia de los animales. Y cumple un rol social. Después vemos qué rol cumplirá en el socialismo. Pero hoy aunque pueda parecer antirock hay que estar en contra. 


 


El acercamiento a la izquierda


 


Nosotros venimos de una familia de clase media baja. Mi vieja es ama de casa, mi viejo se las rebuscó con herrería, con carpintería. En casa no hubo una bajada política específica. Cuando explota la banda empezamos a ver un montón de cosas. Salimos de donde nos criamos y vimos que todo estaba hecho mierda. Había empezado a hacer unas colectas para el día del niño, y salía muy cargado de odio e ira, porque no es que está todo bien en los hospitales, están en las peores condiciones que pueden existir. Me choqué con esa realidad. De esa parte y con esa bronca, leí muchas cosas, leí una biografía del Che, pero no me quedé ahí. Empecé a buscar, en un momento me sentí re cerca de unos textos anarquistas, pero cuando por esa búsqueda terminé cayendo en el Manifiesto para mí fue un flash. Un flash mal. Y después leí El origen de la familia, la propiedad y el Estado de Engels, y me pareció tan claro, y fue un camino de ida. Empecé a ver mucho más, más autores, conocí a Lenin, Trotski, son como los Superman de la vida real porque no se pueden creer los procesos en los que han estado. Fue un proceso de ir a dar cosas a comprender que hay que organizarse contra el Estado. Creo que haberlo entendido un poco y ese acercamiento con el marxismo para mí fue fundamental.