En esta ocasión, Ana Clara Moltoni, referente de la agrupación Músicxs Organizadxs, entrevistó a Cecilia Gauna (cantautora), Guido Martínez (bajista) y Chiqui Ledesma. La agrupación lanzó una campaña de empadronamiento por circuito de música estatal por streaming y al aire libre.

Necesidad de trabajar

“Delfines” es el último disco de Cecilia Gauna que lanzó el año pasado y alcanzó a presentarlo algunas veces en Vinilo, pero la cuarentena suspendió los planes de seguir presentándolo y llevarlo al interior del país.

En ese marco, Cecilia contó que le gusta mucho el folklore. Sus composiciones van por ese camino, con el interés de ahondar más por lo orquestal y el jazz. Para hacer el disco obtuvo el mecenazgo y pudo convocar a músicos de la talla de Luna Monti, Juan Quintero, Mario Gusso, Martin Rur y Victor Scorupsky, entre otros.

Sobre primer tema “Ambulantes” -donde se ve reflejada su admiración por Chico Buarque- contó: “hablo de los músicos ambulantes, la admiración que me producen los artistas callejeros en general. Fue un tema dedicado a los músicos que van por la vida y por el mundo con su arte (…). Mariano Fernández captó la esencia e hizo un arreglo muy circense, muy colorido, bello”.

-¿Cómo ves la situación de la música? ¿Qué sería necesario para que cambie nuestra situación?

-Veo que nos estamos organizando, veo que hay muchos colectivos, creo que vamos aprendiendo a unirnos y aceptar nuestras diferencias. Ante la necesidad de trabajar no siempre somos oídos por nuestras autoridades. Hay una gran lucha por delante y estamos unidos (…), lo que creo es que los gobiernos sean cual fuere nos tiene que escuchar y no siempre ocurre. La música es el arte que más circula en estos momentos, todo el mundo escucha música y por ello merecemos que económicamente se nos retribuya.

No aceptar el dogma

En cuanto al trabajo del músico, Guido Martínez nota que año tras año va cayendo la calidad del trabajo y agregó: “hace muchos años que vamos a tocar a boliches en donde las personas tienen un sueldo fijo y nosotros no. Leí la autobiografía de Miles Davis en donde se quejaba del sindicato de músicos y contaba que si te pescaba tocando gratis te prohibían hacerlo durante un largo tiempo. Muchos años después leí la de Dizzy Gillespie y contaba lo mismo, ahí me pegó totalmente diferente. Los músicos vamos a porcentaje y otros pagan por tocar, creo que si no hay una fuerza de organización fuerte (…) el oficio del músico probablemente sea cada vez peor y, la calidad de trabajo, también”.

Citó la cantidad de festivales que había antes en distintos puntos del país que ya no se hacen e hizo alusión a los programadores que siguen siendo los mismos de siempre: “desde el punto de vista artístico, si la música no tiene una variedad de visiones va muriendo, que es lo que pasa en la Usina o el Centro Cultural Kirchner”. En ese sentido, afirmó que la política es fundamental y que al Sindicato Argentino de Músicos lo siente muy ausente. En la misma línea, Ana Clara señaló que “hay contacto con sindicatos y colectivos de otros países que están con el mismo descontento” y que, en relación al libro de Miles, “en vez de penalizar a los músicos tendrían que penalizar a quienes contratan, que tienen gente tocando sin pagarle o como los músicos salteños que cobraban $200 por tocar en las peñas sin control alguno.”

Guido sostiene que el movimiento de mujeres es ejemplo en cuanto al avance de los derechos. “Comparándolo con lo que sucede en la música, está totalmente naturalizado que el que va a tocar lo hace por gusto y a nadie se le ocurriría decirle a un técnico de luces que vaya de onda. La gente se conecta para escucharte, pero necesitamos camarógrafos, técnicos, entre otros. El camarógrafo no irá a filmarte si no tiene un cachet fijo y está naturalizado que vos vas a porcentaje o a la gorra. Si la plata no alcanza para el músico entonces no alcanza para nadie. Tenemos que salir a reclamar que haya más espacios como la Usina del Arte, el Festival de Tango, el Fondo Nacional de las Artes, el INAMU”. Por último, agregó: “Si están usando la Usina para eventos privados, que lo hagan ¡pero repartan un poco! Quieren hacer eventos de Mc Donalds, pero ese dinero que vaya para financiar a los músicos”.

El vaciamiento en la cultura

Chiqui Ledesma contó que, a pesar de la situación tan difícil, del no poder salir a tocar y no ver a su familia o amigos, está tratando de construir desde su lugar. “Con los Cosecha ensayábamos todas las semanas y es rarísimo que no pase después de 20 años”. También se refirió a su labor docente en la EMPA y la importancia en este contexto de contener a lxs alumnxs para que sigan, algunos con herramientas para conectarse y otros que se quedaron sin trabajo en medio de la pandemia.

En cuanto a la vuelta a clases, Chiqui señaló que no existe la infraestructura en ningún lugar del país para poder contener esta situación sin que se desborde o haya consecuencias graves para les docentes, niñes y sus familias.

Con los Cosecha, Chiqui realizó transcribió los 5 discos del grupo, eligieron un tema de cada álbum para efectuar un trabajo con esos arreglos y armar videos facilitándoles a los estudiantes de música para que puedan escuchar y tocar. También estrenaron un tema del disco de danzas argentinas que estaban armando, con versiones sobre temática nueva, trabajando con un grupo de poetas amigos. Esa tarea pedagógica fue una manera de entregar lo que recibieron en su formación en la EMPA.

También se refirió a que, cuando se instaló en Buenos Aires, había un importante circuito de centros culturales y plazas con equipamiento para teatros, parques y centros culturales. Agregó que con la asunción de Macri como jefe de gobierno se desmanteló todo, constituyendo una política de vaciamiento que debe contrarrestarse con políticas culturales federales, inclusivas, democráticas. Los espacios deben ser recuperados y gestionados, siendo necesario colectivos y organizaciones de músiques.

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