Cultura

13/5/2019

Jessica Morillo: “La militancia cambió mi mirada sobre cómo habitar esta vida”

Con la muestra “Vivas y Libres”, nuestra compañera celebra diez años de producción artística.

Este 9 de mayo se inauguró la muestra “Vivas y Libres” con la que nuestra compañera Jessica Morillo celebra 10 años de producción artística. Hace una década surgía Ansiosa Hormona, nombre que Jessy eligió para identificar sus creaciones en joyería.


En todo este tiempo se dedicó a la producción autogestiva e independiente y con sus obras, objetos textiles de variables formatos (joyería portable y no portable, esculturas y bordados colectivos realizados), estuvo presente en muestras nacionales e internacionales y recibió numerosos premios.


Durante este período Jessica también entrelazó su arte con las luchas sociales. En distintas convocatorias acompañó con instalaciones y bordados colectivos como así también reflejó en sus piezas los reclamos y reivindicaciones del momento.


Compartimos a continuación unas preguntas que le realizamos para reflejar su trayectoria y su posicionamiento.


 ¿Cuáles son las dificultades que atraviesan las y los artistas que defienden su posición de independencia frente al Estado?


En mi caso particularmente lo comencé a sentir en la Facultad de Artes cuando algunos docentes nos trataban como "alumnxs", es decir desde un lugar pasivo y obediente, y no como estudiantes y por lo tanto desde una posición activa, pensante, crítica y política. Ese fue el primer choque que tuve, ya que participaba activamente en las asambleas, fui delegada del curso, estuve en el centro de estudiantes y llegué a ser consejera por la minoría en representación de la Lista de Delegados-Partido Obrero. Tener y defender una posición política que choca con los intereses particulares de las autoridades, y de algunos docentes que defienden esos intereses, ha sido un inconveniente en el sentido del trato en los talleres, para acceder a ayudantías estudiantiles y situaciones próximas a los espacios académicos.

Después en la provincia accedí como diseñadora-artista independiente y gané espacio en muestras y en ferias a fuerza de producción y por haber llegado a lugares y personas fuera de Tucumán.

Lo recorrido hasta aquí es resultado de la autogestión, amor y estar convencida de mi pensamiento político y de mi obra artística.


 ¿Cómo se entrecruza la lucha por los derechos de las mujeres y disidencias con tu propuesta artística?


Desde niña me he sentido incómoda con el lugar y lo que se espera de nosotras, las mujeres. En el camino me encontré con el arte, comencé a estudiar y deseaba poder desde una mirada política y artística darle cause a todas esas preguntas e incomodidades vividas, con el lugar asignado, con mi deseo, con mis sueños. De niña siempre quise ser grande y vivir sola. Sentía y no podía entender que solo me tuvieran que gustar los varones ya que desde muy chica me gustaban las mujeres y los varones. Hasta ahí eran las preguntas que me atravesaban y necesitaba poder darles un cauce…

Un seminario de arte y política en Salta con la investigadora Ana Longoni me marcó. Me dio un grandísimo impulso para creer en mis ideas y animarme a meterme entre el arte-politica y el textil.


¿En qué cambió la militancia tu visión del arte?


La militancia me transformó por completo, porque entendí que todo eso que me sucedía y angustiaba se replicaba en otras personas, las de mi clase social. Pude ver que este entramado no era casual, que existe un sistema social –el capitalismo– que se vale del orden patriarcal, heteronormativo y clerical para sostener y reproducir esas desigualdades que nos oprimen.

Más que mi mirada sobre el arte diría que cambió mi mirada sobre cómo habitar esta vida y de alguna manera aportar desde algún lugar aunque sea pequeño algo para transformarlo.


 


Vivas y Libres. Hasta el 19 de mayo en el Centro Cultural Eugenio Flavio Virla (25 de Mayo 265 – San Miguel de Tucumán). Entrada gratuita.