Cultura

20/9/2012|1240

“La educación prohibida”

Facu y Meli de Quilmes

La semana pasada, la Agrupación EH (UJS+Independientes), presidencia del centro de estudiantes en el Instituto de Formación docente N° 24 de Bernal, realizó el video-debate de “La educación prohibida”. La convocatoria y la discusión que suscitó la película fueron importantes. “La educación prohibida” se estrenó como un documental que cuestiona a la educación actual en base a una pedagogía “basada en el amor, la persona, la libertad y el aprendizaje” y en la “visualización de experiencias educativas diferentes” a partir de entrevistas a pedagogos de ocho países de habla hispana. En realidad, no cumple del todo con ninguno de esos enunciados.


El problema principal es que analiza a la educación como un factor independiente de la sociedad, que puede cambiar sin que la sociedad se mueva un centímetro de sus actuales bases sociales. Según el film, “los niños se forman solos, y los deforma la escuela” como si los estudiantes nada tuvieran que ver con el mundo, fuera de la escuela.


No hay ni una sola observación sobre las condiciones sociales en las cuales se desarrolla la educación actual, y deja caer el peso de “la mala educación” sobre los docentes, que son estereotipadas en la película como rígidos, maltratadores, incomprensivos y gritones. No se alude a su condición de trabajadores de la educación, ni se menciona cuáles son las condiciones materiales de trabajo.


La critica al Estado y los gobiernos de turno acerca de sus políticas educacionales y sus respectivos sistemas educativos no se tocan en ningún momento. De esta manera, la “mala pedagogía” de los “malos docentes” es la responsable del actual vaciamiento educativo.


La película fogonea experiencias de educación alternativa, pero se cuida de decir cuáles son sus costos inmensos. Menos aún que, salvo excepciones, está a cargo de instituciones privadas. A pesar de que la película defiende a la educación “pública, obligatoria y gratuita”, la sensación que deja es la de un producto estético para vender escuelas privadas.


El creador o ideólogo de la película, German Doin, sostiene en su blog personal, en un apartado que se llama “Hablar de presupuestos no es hablar de educación” que “todos estos fenómenos (las luchas sociales por aumento de presupuesto o en contra de la educación privada), quejas y pedidos por parte de los jóvenes estudiantes son válidos. Pero no dejo de pensar que poco tienen que ver con educación”. Una crítica real a las bases de la educación actual tiene que abarcar las condiciones sociales en la que se desarrolla, y, por sobre todo cuál es el papel del Estado en la educación. Mientras haya una sociedad dividida en clases, y un Estado al servicio del capital, las “normas educativas” servirán a los capitalistas. Una vez más, socialismo o analfabetismo, violencia escolar y escuelas-comedores (¿o no es esto una forma de barbarie?).