Cultura

21/11/2017

La lucha contra el ajuste y la censura al cine independiente


El gobierno eligió el día de comienzo del Festival de Mar del Plata para publicar la Resolución 1405, que tras las modificaciones integradas a la Resolución 942, reglamenta el otorgamiento de créditos y subsidios del actual Régimen General de Fomento. Su publicación constituye un triunfo de la gestión en la puesta en marcha de su plan de ajuste al cine independiente.


 


El Régimen General de Fomento que lanzó el gobierno en enero de este año es la llave maestra de una reorganización social del fomento cinematográfico a favor del gran capital de la industria cultural.


 


A través de la puesta en marcha de este Plan, la gestión del Incaa otorga una triplicación presupuestaria a los subsidios a la gran industria y consagra sistemas restrictivos de acceso, y un severo ajuste en las vías de fomento a la producción a las que podrían acceder los realizadores independientes.


 


Maniobras


 


El gobierno lanzó en septiembre la Resolución 942 para reglamentar este plan, junto con una avanzada mediática contra la producción cinematográfica “que nadie ve”. Las imposiciones que suponía la resolución significaban la eliminación de toda posibilidad de acceso al fomento por parte de los realizadores de cine independiente.


 


Su publicación provocó el segundo gran levantamiento del año de la comunidad audiovisual, que movilizó más de dos mil personas y se reunió en una asamblea de mil, en la que votó la derogación de la resolución y una apertura del debate sobre el Plan de Fomento.


 


Por fuera del debate de las asambleas, la Multisectorial Audiovisual -de cuño mayoritariamente kirchnerista, es el frente de sindicatos y asociaciones del sector, con sus respectivas sociedades de gestión de derechos- presentó un rechazo al carácter inconsulto de la medida. Viabilizó, de este modo, la convocatoria de la gestión a “mesas de trabajo” sobre las modificaciones, con la “mesa de directores”. Forzó a las direcciones de las asociaciones que sí participaron de las asambleas, a darle la espalda a las resoluciones votadas por la asamblea permanente en defensa del cine.


 


Activar las reservas


 


Al plan ajustador le quedan todavía algunas tareas pendientes, los realizadores independientes, los documentalistas, los estudiantes, los trabajadores del Incaa tenemos que activar las reservas de un movimiento que este año produjo jornadas históricas de movilización.


 


Los estudiantes tienen que redoblar su movilización para exigir que se cumpla con el fomento a la producción de cortos sin solicitudes de antecedentes previos y que dicha producción habilite el acceso al fomento a la ficción, sin restricciones.


 


Los trabajadores deberán enfrentarse contra los despidos, que desde las “dotaciones ideales” soñadas en el Ministerio de Modernización se sumarían por 168.


 


Sobre la vía documental, la gestión ha propuesto un aumento de los montos de subsidio que está por debajo del efecto de la inflación sobre los costos; pero además, asegura que se mantendrá congelada la partida asignada para la vía, lo cual supone un ajuste en la cantidad total de documentales que se podrán producir del orden del 30%. Se pasaría de más de 80, a menos de 60 documentales por año. Pero todo esto económicamente es insignificante.


 


La preocupación fundamental del gobierno es el control de la designación de los comités de evaluación, que hasta el momento fueron designados por las propias asociaciones de documentalistas. La llave para impulsar la censura.


 


Esa independencia del gobierno de turno de los jurados de los proyectos documentales es la que garantizó la posibilidad de que existieran películas con fomento estatal que pudieron expresar libremente denuncias contra el Estado y sus funcionarios.


 


El gobierno que encubrió durante 78 días la desaparición de Santiago Maldonado a través de innumerables mentiras mediáticas e ideológicas quiere el control de la designación de los jurados de los proyectos de cine documental. La pelea por este punto crucial para la libertad de expresión aún está planteada. Los documentalistas, que han estado a la cabeza de cada iniciativa de movilización de todo el movimiento, tienen el desafío de ponerle el freno a la gestión.


 


Se pondrá a debate en la próxima reunión del Consejo Asesor del 28 de Noviembre. Desde el Ojo Obrero impulsaremos junto a los compañeros del Frente de realizadores y estudiantes de cine en lucha, la realización de asambleas y una movilización sobre esa reunión para derrotar la censura y abrir una nueva etapa en la lucha contra la implementación del ajuste.