Cultura

16/11/2020

Músicxs Organizadxs

Les musiques y la pandemia

Conversando sobre el parate de los teatros líricos en el programa de radio de Músicxs Organizadxs.

de Músicxs Organizadxs

El pasado 13 de noviembre se emitió el 25avo programa de radio de la agrupación Músicxs Organizadxs. Dedicada a la música académica, Ramiro Pérez, cantante del Coro Estable del Teatro Colón, entrevistó a Emmanuel Faraldo y Nicolás Sánchez, ambos cantantes de ópera, y al violinista Pablo Rubino del Teatro Argentino de la Plata.

La incertidumbre

Radicado en España, Emmanuel Farraldo contó que allá no está todo paralizado: se estrenó “Rusalka” en el Teatro Real y “El Manojo de Rosas” en el Teatro de la Zarzuela con las medidas de protocolo correspondientes, pero se han suspendido otras funciones según el avance de la pandemia en distintas ciudades.

-¿Qué hubo por parte del gobierno español ante el reclamo de los artistas?

-Se juntaron 30.000 firmas para que la música sea declarada un bien esencial, no se cierren los teatros y siga la cultura en general. Acá existe el ingreso mínimo vital al que podés aplicar según esté conformada tu familia y que es de entre 400/800 euros, como una ayuda. Si con el paro no llegas al ingreso mínimo vital, éste lo complementa. Para acceder al paro necesitas 180 días mínimos de cotización en seguridad social, pero se abrió una ayuda al principio de la pandemia para músicos y artistas en general para acceder al paro sin tener la cantidad de días mínimos necesarios.

-Salió una nota en Gran Bretaña donde dice que el 65 % de los músicos se iban a dedicar a otra cosa porque no se podía comer con eso, ¿cómo te sentís al respecto?

-La incertidumbre que tiene el artista independiente, el que si no trabajas no cobras, es una dicotomía muy grande acentuada por el Covid. Las cosas que se creen no necesarias son dejadas de lado y se cierran los teatros. A uno se le cruza por la cabeza: ¿por qué no me pongo un quiosquito que es más estable? Hoy en día los artistas que tienen suerte son los que trabajan para el Estado y cobran un sueldo fijo.

En ese marco, Ramiro señaló que los estatales tuvieron un 7% de aumento en un contexto inflacionario de un 35% sin un sindicato a la par de la situación.

Llevar el teatro a la gente

Pablo Rubino quiso aclarar sobre lo expresado por Emmanuel y dijo que “los solistas, ya sean cantantes o instrumentistas, se apoyan sobre la existencia de organismos estables. Más allá de que tengan contratos “liberales” -de ópera hay diversas producciones independientes-, la mayoría tienen de base organismos donde convergen múltiples disciplinas que dependen de un cuerpo estable de trabajadores interdependientes. La música académica no podría existir sin esa pata fuerte de presencia del Estado porque simplemente no hay un mercado en la Argentina que pueda sostener la ópera. La recaudación cubre siempre un porcentaje ínfimo de todo lo que se gasta y eso es importante tenerlo en claro porque a veces se dice: ah bueno, la burocracia del Estado, pero ojo con escupir para arriba”

Para complementar su trabajo en el Teatro Argentino, Pablo da clases en la Facultad de Bellas Artes de La Plata, ya que es compositor, y en la cátedra de Música de Cámara Contemporánea de violín y composición. Para subsistir cuenta con el sueldo de la orquesta del teatro que se ha ido erosionando ya que la burocracia de UPCN acordó paritarias por debajo de la media.

Pablo hizo un racconto sobre el estado edilicio del teatro que se incendió en 1977. Se decidió demolerlo y se inició la obra de un gigantesco teatro que se inauguró en 1999 pero nunca se terminó. Hasta el 2016 no se hizo ningún mantenimiento. La gobernadora Vidal anunció un plan de puesta en valor, pero sólo se tocó la fachada. Adentro no se puede trabajar y el estado del teatro es calamitoso y no puede funcionar. Desde octubre del año pasado están sin actividad en medio de una crisis edilicia y presupuestaria para poder programar y producir obras. También remarcó la necesidad de revincularse con la sociedad por parte de los artistas que hacen música clásica ante la falta de público o de interés en esa música, por ejemplo mediante la articulación con instituciones educativas para ser conocidos, saltar el aislamiento y generar una necesidad desde las bases para que todos puedan acceder al teatro y no sea solo posible para la clase que pueda comprar la entrada.

Dependencia encubierta

Nicolás Sánchez, además de cantar en el Coro Estable del Teatro Colón, trabaja en un estudio de producción musical. Con la pandemia surge la posibilidad de hacer las óperas vía streaming y se encuentra grabando Rigoletto no sólo como cantante sino también desarrollando la edición de videos, armado de mezclas y trabajando como técnico en colaboración con el estudio LF de Leandro Sosa. También trabaja con el grupo Mariachi Puro Jalisco. Los dos proyectos en los que canta se mueven en dos mundos extremos: el Teatro Colón, donde asiste la gente de alto poder adquisitivo, y los mariachis, donde conecta con la geografía del laburante.

Afirmó que en la música popular hay músicos que trabajan dentro de una dependencia encubierta, sin monotributo. Dentro del tango y la cumbia hay gente que trabaja los fines de semana yéndose de gira y con eso mantenía a su familia. Eso se cortó con la pandemia y no cobran ATP porque no estaban en blanco, al igual que los sonidistas, técnicos, músicos que arman pistas, iluminadores y escenógrafos. Están sufriendo las consecuencias de la precarización.

Otra cuestión a la que se refirieron fue a las condiciones en la que trabajan los músicos de cumbia, la cual es paupérrima. Si a los músicos que trabajan en un elenco estable el Estado no les garantiza las condiciones de seguridad y las de contratación (de 4 millones de monotributistas el Estado tiene 2 millones), ¿qué se puede esperar de un boliche?

Para referirse a la vuelta al Teatro Colón dijo: “creo que no vamos a volver. Nos mandaron un mail preguntando si queríamos ir a un concierto en la Plaza Vaticano y cuando los compañeros preguntaron por el protocolo de seguridad, nunca contestaron. No lo tienen preparado.”

Al final de la entrevista se enfatizó sobre la parálisis del Sutecba y la necesidad de dar una lucha para que los empleados que estén contratados pasen a planta permanente, ya que hay beneficios que sino no tienen. Trabajan a la par y misma cantidad de horas que los de planta, pero no percibieron ni siquiera el mísero aumento del 7%.