Cultura

9/10/2016

Libros: clase obrera, partido y sindicatos

Acerca de Embarcados. Los trabajadores marítimos y la vida a bordo: sindicato, empresas y Estado en el puerto de Buenos Aires, 1889-1921. Buenos Aires. Imago Mundi. De Laura Caruso


La transición del siglo XIX al XX en la Argentina desde el punto de vista del movimiento obrero es un período riquísimo de problemas a analizar. La inserción del país en el mercado mundial, los procesos migratorios que influyen en la conformación de la clase trabajadora, las ideologías que se establecen y generalizan en vastos sectores de la población asalariada y sus luchas, con sus victorias y derrotas, contra la burguesía y su Estado. De todos estos temas trata el libro de Laura Caruso.


La obra comienza en 1889, año de la primera huelga del sector marítimo, y culmina en 1921 cuando la construcción sindical-federativa y muchas de sus conquistas se debilitan de manera irreversible luego de varias décadas de desarrollo y consolidación. El libro realiza una radiografía del proceso de trabajo en la industria naviera, mostrando la experiencia de los trabajadores, los diferentes oficios y su transformación en el período estudiado. Pero también se introduce en el mundo patronal, sus características, su evolución, y a partir de allí, muestra la lucha entre estas dos clases, sus acciones concretas y sus resultados. Si los capitalistas marítimos, y la compañía Mihanovich en particular, acudían a despidos, rompe huelgas, fuerzas policiales, lockouts o al Estado para defender sus intereses; la clase obrera marítima por su parte recorrió un largo trayecto de organización, pasando por la creación de sociedades de resistencia, sindicatos por sector, hasta la creación de la Federación Obrera Marítima (FOM) y su principal conquista: el control de la contratación de los trabajadores a bordo y sus condiciones de trabajo.


El dato crucial a tener en cuenta respecto de este sector del movimiento obrero es su vinculación al Sindicalismo Revolucionario, que Laura Caruso analiza pormenorizadamente. Esta corriente planteaba que la lucha de los trabajadores pasaba por la acción sindical, excluyendo la acción política y la formación de partidos de la clase obrera. Así, las organizaciones sindicales se convertirían en un fetiche para esta corriente y si en un principio estaban asociadas a los métodos de acción directa y lucha contra el Estado, progresivamente irían buscando la negociación con éste. Si esto en un principio sirvió para que los obreros marítimos obtuvieran importantes conquistas, en contraste con otros gremios fuertemente reprimidos o con situaciones menos ventajosas que los de este sector, finalmente ese colaboracionismo terminó en una gran derrota cuando en 1921 la patronal se fortaleciera y pasara a la ofensiva y el Estado abandonara su estrategia de negociación con este sector (habiendo mientras tanto reprimido a los sectores más combativos durante las represiones de la Semana Roja de 1909, del Centenario, la Semana Trágica de 1919 o los fusilamientos de la Patagonia de 1921).


De conjunto, Embarcados es un libro importante porque ilustra un período formativo del movimiento obrero argentino al mismo tiempo que deja valiosas enseñanzas de aquella experiencia para la actualidad. Si la creación de fuertes organizaciones sindicales es de vital importancia para obtener victorias por parte de la clase obrera y sus condiciones de vida bajo el capitalismo, dichas victorias serán efímeras si no vienen acompañadas de una organización política que luche por el fin de toda forma de explotación, para lo cual es necesario que los sindicatos y el partido defiendan la independencia de clase. Cien años después de la experiencia estudiada por Caruso, el ejemplo del SUTNA y del Frente de Izquierda pueden significar la oportunidad una superación histórica y el triunfo de una alternativa obrera y socialista.