Cultura

10/3/2016|1402

Los Oscars y una entrega muy politizada

El galardón llegaba con un fuerte nivel de denuncia, a partir del anuncio de un boicot para protestar que no se incluyeran afrodescendientes entre los nominados principales por segundo año consecutivo


El 28 de febrero se celebró en Estados Unidos la 88ª edición de los Oscar, una entrega muy politizada en medio de las convulsivas elecciones primarias en el país. El galardón llegaba con un fuerte nivel de denuncia, a partir del anuncio de un boicot para protestar que no se incluyeran afrodescendientes entre los nominados principales por segundo año consecutivo. Habían impulsado la protesta artistas como el director Spike Lee, el actor estadounidense Will Smith y su esposa Jada Pinkett. El lema del reclamo era #OscarsSoWhite.


El humorista afroamericano Chris Rock, maestro de ceremonia de los Oscar, mantuvo un discurso irónico y paródico en torno al boicot y al racismo. A pesar de señalamientos importantes como la represión policial, pareció más un intento de la Academia de bloquear y neutralizar las denuncias.


Este ángulo fue acompañado por toda una estructura paródica por parte de la Academia: llegaron a poner a un grupo de pequeñas ‘girls scout’ afroamericanas a vender galletas para una colecta. “En el '62 y '63 tampoco había nominados negros, pero no había protestas porque teníamos cosas serias para protestar. Teníamos que preocuparnos porque no fueran a matarnos o a violarnos”, relativizó Chris Rock durante sus monólogos.


Otro de los temas abordados fue el de los abusos sexuales -en especial los que se producen en los campus universitarios de Estados Unidos, con la intervención, en la ceremonia, del vicepresidente del país, Joe Biden. El funcionario, tras un breve discurso, quedó a cargo de la presentación de la gran cantante Lady Gaga -que venía de participar de una oda al imperialismo yanqui en el SuperBowl-, quien interpretó al piano una canción junto a víctimas de abusos sexuales, ella misma incluida. Biden encabeza una inocua campaña llamada “Depende de nosotros”, que no ha tenido ninguna efectividad para reducir los abusos, que alcanzan en algunos liceos a un tercio de las estudiantes universitarias. La Academia ha jugado aquí también un papel de encubrimiento del régimen político.


 Finalmente, el actor Leonardo DiCaprio, ganador del Oscar por “El Renacido”, enunció una contundente denuncia ambientalista: “’El Renacido’ es sobre la relación de un hombre con el mundo natural. En 2015 tuvimos el año más caliente. El cambio climático es algo real, es la amenaza más urgente que enfrenta nuestra especie. Tenemos que trabajar de manera colectiva, no seguir dejando las cosas para después. Tenemos que apoyar a líderes en el mundo que no hablen en nombre de las grandes corporaciones y grandes contaminantes sino por la humanidad, por los pueblos indígenas, por los millones y millones de personas más afectadas por esto, por los hijos de nuestros hijos y por toda esa gente que ha visto sus voces acalladas por la política de la codicia. No demos por sentado nuestro planeta”.