Cultura

28/1/2015|1348

Nueva tragedia en los escenarios musicales


El 15 de enero murió electrocutado el guitarrista Leónidas Atilio Villa Rebufo, más conocido como León Rústico, en el local Bendito Bar, de Ituzaingó.


 


La muerte de León se suma a la del guitarrista y cantante de la banda Krebs, Agustín Briolini, de 21 años, ocurrida por una descarga eléctrica en el Teatro del Sol de Villa Carlos Paz mientras realizaba la prueba sonido para la presentación de su disco, el 23 de noviembre del año pasado, y la de Gastón Silva, otro guitarrista que murió por recibir una descarga eléctrica de su instrumento en el boliche Flower Power de Moreno en diciembre de 2013.


 


A menos de un mes del décimo aniversario de la masacre de Cromañón, vemos que la situación en la que los músicos trabajamos sigue siendo paupérrima y no tiene visos de cambio.


Según los compañeros del grupo de León, la muerte se hubiera evitado si el lugar hubiera contado con un simple disyuntor. La falta de control del Estado y la desidia empresarial de los bolicheros son un cóctel explosivo que atenta contra la seguridad de los músicos y el público.


 


Enfrentamos la ausencia total de nuestro sindicato, Sadem, para velar por las condiciones en que realizamos nuestro trabajo y la falta de reacción ante estas masacres.


Frente a esta situación, desde Músicos Organizados llamamos a un frente único con todas las organizaciones de los músicos para exigirle al Estado una clara mejora en las condiciones de seguridad en las que realizamos nuestro trabajo y condiciones dignas de contratación.


 


Basta de muertes de músicos. Por condiciones dignas de trabajo y seguridad para todos los músicos y el público. Juicio y castigo a los responsables.