Cultura

21/10/2010|1151

Rage Against the Machine, en Argentina

El mismo día que arrancamos el voto por la ley del 82% móvil y que la Fuba ocupaba el Ministerio de Educación, 10.000 jóvenes y no tan jóvenes escuchábamos la reivindicación a los piqueteros, a los obreros de Zanón (presentes a un costado del escenario), una estrofa y el estribillo (grabados) de “La Internacional” en el recital de Rage Against the Machine (“Rabia contra la Máquina”) en el festival Pepsi. T.N. (vía web), Rock & Pop en vivo lo difundieron.
Cuesta creerlo, pero esta banda (que grabó su primer disco en 1992) desplazó del puesto uno de Billboard a la llorosa Alanis Morisette en su mejor momento. Presentes en la banda de sonido de Matrix, Godzilla, El Cuervo, etc., han cantado contra la opresión al pueblo mexicano (“People of the Sun”), denunciado los casos Peltier (“Freedom”) y de Mummia A. Jabal, la pobreza creciente y la especulación financiera en su país (“el mundo es mi recurso, una costa de mi deseo”, “Sleep now in the Fire”), la explotación capitalista (“No shelter”), la guerra, el papel de los medios y la persecución a los inmigrantes, etc.

La gente bailó, cantó, rugió, saltó a su ritmo, quizá la mejor lograda fusión de hip-hop y metal-rock (y un toque funk), que los intentos de Public Enemy o Cypress Hill, bandas que los han inspirado desde la musicalidad, la denuncia contra la represión policial a los pobres e inmigrantes en los ghetos yanquis, y el rescate de las raíces populares y combativas del hip-hop, hoy convertido en denigración de la mujer y a favor de la delincuencia (gangsters, proxenetismo); cualquier parecido con la “cumbia villera” no es pura coincidencia.

Sus videos los muestran hablando con Marcos, visitando la casa de Trotsky, recitando el poema de Víctor Jara, sobre los mineros de hace unos pocos días en Chile (3/4 de la banda, ya como Audioslave junto a C. Cornell, la mejor voz que dejó el grunge, dieron el primer recital yanqui en Cuba).

Su música no tiene dobleces ni busca el virtuosismo: aún así, cuentan con un guitarrista tan personal y requerido como Tom Morello (por The Prodigy, C. Hill, etc.), al que nadie podría emular sin plagio. Su instrumento emite sonidos que van desde el “scratching” de los DJ hasta sonidos más electrónicos, buscando mayormente el “groove” y menos la melodía. La voz de Zach De La Rocha encarna el dolor, el rencor, la ira y la lucha (“¡Despierta, despierta…!”), de la juventud oprimida, superando cualquier barrera idiomática. Estribillos repetitivos, como consignas en una marcha. Crescendos vocales que exigen acción.

Una base monolítica es sostenida sin desmayos por la batería y el bajo (no hay guitarra rítmica).

A diferencia de otras bandas “transgresoras”: no hay una reivindicación de la droga o el alcohol, no hay una visión romántica de la degradación, la marginalidad, la prostitución. Sus letras son intensas como su música, vitales, directas, duras. No se acusa a la juventud por llevar la remera del Che (Chizo, Violadores), mientras se reivindica el apoliticismo: se lo reivindica en su dimensión revolucionaria.

Ideológicamente abrevan en Zapata, Panteras Negras, Lenin, N. Chomsky. A diferencia del progresismo yanqui, no han apoyado a los demócratas (como si lo hizo M. Moore, que grabó uno de sus videos), han denunciado su igualdad con los conservadores (“Testify”). Sufrieron la censura en SNL, famoso programa yanqui que no es nada conservador, por exhibir la bandera yanqui al revés. Han sido acusados de querer matar a Bush, pero se defendieron: “No, lo que dijimos fue que debería ser llevado a un juicio como un criminal de guerra y después debería ser ahorcado y disparado. ¡Eso es lo que dijimos! Y no nos echaremos atrás en nuestra posición porque los verdaderos asesinos son Bush y Cheney y toda la administración por las vidas que han destruido aquí y en Irak… rechazamos echarnos para atrás en esta postura no sólo por los pobres niños que están siendo abandonados en el desierto para morir, sino también para los jóvenes de Irak, el pueblo de Irak, sus familias y sus amigos, y los jóvenes que permanecen de pie y resistiendo la ocupación de los Estados Unidos cada día. Y si verdaderamente queremos terminar esta puta y miserable guerra, tenemos que permanecer de pie con la misma fuerza que permanecen de pie la juventud de Irak cada día”. Prohibida su difusión después del 9 de noviembre por “antipatrióticos”. Han vuelto a girar después de cuatro CD (uno de covers), una separación, y proyectos separados. La juventud que se levanta en Francia, en Argentina, en Estados Unidos y en Grecia, ya no está sola.

“Debe empezar alguna vez / debe comenzar en algún lugar/ que mejor lugar que acá /que mejor momento que ahora” (“Guerrilla Radio”).