Cultura

16/6/2017

Se estrenó “La cena blanca de Romina”, documental sobre el caso Tejerina

A sala llena en el Cine Gaumont, se estrenó el documental realizado por Francisco Rizzi y Hernán Martín, del Ojo Obrero, con guión de Olga Viglieca –periodista, fundadora del Plenario de Trabajadoras– sobre la causa de la joven jujeña Romina Tejerina.


 


Fue una jornada convocante para el movimiento de mujeres, que ha luchado durante años por su liberación. Así se expresó con mesas y volantes en la puerta del cine, con mujeres repartiendo boletines del Plenario de Trabajadoras o volantes de la Campaña Nacional por el derecho al aborto. Estuvieron presentes las dirigentes Vanina Biasi, Romina Del Pla y Amanda Martín, y personalidades de la cultura como la periodista Silvia Martínez Cassina.


 


Romina fue condenada a 14 años de prisión por matar a su bebé, producto de una violación que quedó impune. Había ocultado el embarazo y parió en un baño, sola, una beba prematura, y vio en ella la cara de su violador, declaró después. En el hospital le negaron la autopsia que hubiera dilucidado, por ejemplo, el tiempo de gestación y si se trató o no de un aborto espontáneo. Del hospital, Romina fue directo a la cárcel. La secretaria de Derechos Humanos provincial pidió perpetua y la fiscal atribuyó a la violación que Romina “bailaba con polleras cortísimas”. El cura organizó misas callejeras para que se resignara y no apelara la condena. El intendente opinó que a nadie la violan si no quiere. Romina fue condenada y su violador, Pocho Vargas, absuelto.


"La cena blanca de Romina” narra con crudeza el caso y describe, a través de testimonios y entrevistas, la responsabilidad del Estado y de la Iglesia en la opresión de la mujer.


 



 


 


Prensa Obrera dialogó con la guionista, Olga Viglieca, y con sus realizadores, Hernán Martín y Francisco Rizzi.


 


– ¿Qué representa el caso de Romina Tejerina para el movimiento de mujeres?


 


OV: El caso de Romina Tejerina es un caso fundante para el movimiento de mujeres. Cuando trasciende lo que está pasando con Romina, una adolescente, en un pueblito jujeño, hubo una reacción maravillosa de un sector muy amplio del movimiento de mujeres diciendo ´esto es un crimen social´. No es muy fácil llegar a esa conclusión, pero cuando se empieza a desmenuzar que Romina jamás había tenido educación sexual, que no sabía que existía la pastilla del día después, que no sabía que existía el aborto no punible y que en caso de violación hubiera sido pertinente, se comprende de qué hablamos cuando decimos que su caso refleja un crimen social y no un acto delictivo deliberado. Romina empieza a convertirse en un estandarte y también en un factor de enorme clarificación política, porque la responsabilidad del Estado queda transparentada casi inmediatamente. Esa es la gran inteligencia del movimiento de mujeres. Acá no hay una tragedia individual, acá no hay una chica homicida. Acá lo que hay son niñas, adolescentes, en una situación de extrema vulneración de sus derechos, que cuando sufren este tipo de circunstancias, se las acusa como asesinas seriales o terroristas de Estado. Los únicos sectores que salen a respaldar a Romina son el movimiento de mujeres y los partidos de Izquierda, porque defender a Romina es atacar al Estado y es atacar al clero. La política feudal de Jujuy no es una entelequia, es un régimen político.


 


– ¿Qué mensaje buscan transmitir con este documental?


 


OV: A Romina pudimos sacarla luego de años de lucha, como ahora hicimos con Belén y con Higui, con un movimiento de mujeres que sale a la calle, reclama por la libertad de sus presas, denuncia la responsabilidad del Estado. El mensaje es que podemos hacerlo, las mujeres organizadas, en la calle y autónomas del aparato del Estado y de las formaciones políticas que lo representan, podemos, y ahí tenemos que avanzar.


 


– ¿Por qué un documental sobre este caso?


 


  


HM: A nosotros el caso de Romina Tejerina nos impactó mucho por la situación extrema que significa lo que le tocó vivir. Nos pareció interesante para dar cuenta de todos los escalones por los que pasa la violencia y la opresión a la mujer, desde el abuso, la violación, tener que esconder el embarazo producto de las presiones sociales, familiares, la imposibilidad de abortar por falta de plata, y finalmente el desenlace fatal. Nos parecía importante partir de un caso de estas características para desarrollar el conjunto de los problemas y los debates que atraviesan al movimiento de la mujer.


 


– ¿Qué impacto creen que puede tener este documental en un contexto de grandes movilizaciones por los derechos de las mujeres?


 


HM: Elegimos esta fecha para el estreno no casualmente, sino porque hace poco se hizo la movilización del 3J, una movilización enorme por Ni Una Menos, y queremos que la película empalme, que sirva a ese proceso político y organizativo de las mujeres. Creemos que puede tener un impacto. Los debates alrededor de este caso no estuvieron ausentes en el movimiento de las mujeres, porque nadie defiende la muerte de una criatura y ninguna madre quiere matar a su hija. El problema es la situación social, cultural y política, que lleva a una persona a este extremo. Queremos que se discuta eso: cuál es el rol de la Iglesia, cuál es el rol del Estado, de la justicia, y cómo enfrentarlo. El movimiento de las mujeres que hoy está en ascenso tiene un hito en la lucha por la libertad de Romina, que jugó un papel en la organización en muchas provincias, y en la movilización por la libertad, que ahora se replica por ejemplo en el caso de Higui, que se consiguió la libertad hace dos días.


 


– ¿Qué conclusiones podés compartir luego de haber realizado este documental?


 


FR: La película originalmente se pensó como una contribución al movimiento por la liberación de Romina. Desde ese momento empezamos a trabajar con una hipótesis: que la situación de Romina –que la condujo a actuar como actuó– es una situación que viven las mujeres de la clase trabajadora en San Pedro de Jujuy y es un fenómeno que se extiende a lo largo del país. En el caso de Romina aparecen de forma muy palmaria todo lo que representa la opresión de la mujer, tanto de forma material como todo el armado simbólico. Con esto queremos colaborar con el desarrollo del movimiento de masas de mujeres que luchan contra la opresión y hoy tiene un alcance histórico.