Cultura

13/9/2007|1009

Se presentó "Palabra Viva"

La Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA) presentó la segunda edición del libro Palabra Viva, que recopila textos de 116 autores desaparecidos o asesinados por el terrorismo de Estado entre 1974 y 1983, como los de San Martín y Grandi que hemos citado. De otros 32, de quienes aún no pudieron encontrarse escritos, se incluyen esbozos biográficos.


Ha sido excelente la elección del título.


Se trata de palabra viva no sólo porque la SEA, con su publicación, muestra otra vez que la represión pudo secuestrar y asesinar pero no silenciar. Es palabra viva, sobre todo, porque la comisión directiva de la Sociedad de Escritoras y Escritores se ocupa de vincular las luchas del pasado reciente con las que se desarrollan hoy. Así, la presidenta de la entidad, Graciela Aráoz, subrayó en su discurso: “Este acto se está celebrando nada menos que en el Día del Maestro. Que sirva de recuerdo y homenaje al profesor Carlos Fuentealba, asesinado por los esbirros de (Jorge) Sobisch”.


En igual sentido, Aráoz añadió: “Estamos presentando esta segunda edición cuando se cumple un año de la desaparición de Julio López. La SEA exige la aparición con vida y el total esclarecimiento del caso. El ejemplo de López es otra demostración de que los agentes del terrorismo siguen vivos, activos y acechantes”.


Por su parte, Néstor Correa, secretario general de la AGD-UBA, después de señalar que la segunda edición de Palabra Viva incluye por primera vez textos de docentes universitarios desaparecidos, recordó la lucha actual de la universidad contra el silencio que, por la vía del ahogo presupuestario, el gobierno pretende imponer a la educación.


De ese modo, aquel grito de “¡30 mil desaparecidos! ¡Presentes! ¡Ahora y siempre!” se hace bandera llena de vida, tan viva como las palabras de los compañeros que, en la sala Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional, respiraron en las voces de Malena Solda, Albertina Carri, Juan Leyrado, Gastón Pauls y Juan Sasturain.