Cultura

2/12/2016

Shakespeare en la era del #NiUnaMenos

Una nueva puesta de Otelo de gran potencia dramática.


En su libro Shakespeare, la invención de lo humano, el crítico literario estadounidense Harold Bloom dice: “en esencia, inventó la personalidad humana como la seguimos conociendo y valorando”. Quizás por eso sus textos siguen siendo actuales en esta época, aun cuando este año se cumplen cuatrocientos años de su muerte. Los textos son los mismos, pero sus lectores son (somos) otros, atravesados por la contemporaneidad. Tal vez por eso sus reversiones (como el Shylock, de Bertolt Brecht, basada en El mercader de Venecia) cobran total actualidad, pese a los contextos diferentes de producción.


Algo así se podría decir sobre la nueva puesta de Otelo, dirigida por Martín Flores Cárdenas, que continúa sus funciones este mes en el teatro Regio. El clásico de Shakespeare cuenta la historia de Otelo, un marino que dirige una flota que defiende a Venecia (en la versión original era moro, en esta es gordo) y que está enamorado de Desdémona. Yago es su subordinado y sus ansias de ascenso hacen que idee un plan para que los celos consuman a Otelo y que le franqueen así el camino para deshacerse de Cassio, el segundo de Otelo, y del jefe mismo. El tremendo plan de Yago se cumple al pie y produce que Otelo desate un furor que acaba con la vida de Desdémona y luego la suya misma.


Escribe Flores Cárdenas: “¿Por qué siempre escuché hablar de la tragedia de Otelo y no de la de Desdémona?”. La pregunta se convierte en un eje central de la versión y el drama de Shakespeare se convierte entonces en una exposición acerca de la violencia contra la mujer, de su subordinación al hombre regida por la cuestión patriarcal que hace que se la equipare con un objeto de su propiedad y que así puede disponer de su destino y de su vida. Este eje dramático cobra una dimensión muy potente y transforma a la obra en un hecho teatral muy contemporáneo.


La versión es también muy actual con textos dichos en castellano rioplatense y una banda musical muy pertinente que se convierte en un elemento dramático muy valioso: desde el rock hasta la música de la escena final, pasando por la electrónica de la increíble fiesta -con gran coreografía-, la intervención cumple sus objetivos con creces. La música original y su dirección pertenecen a Julián Rodríguez Rona. Shakespeare no evade el humor y así se trasunta en esta obra y de manera eficiente. Las actuaciones son muy logradas, y se destacan el Otelo de Guillermo Arengo, el Yago de Ezequiel Díaz y la Desdémona de Vanesa González, además del histriónico y divertido Montano de Toto Castiñeiras.


Una muy recomendable obra que se involucra, desde el texto del bardo inglés, en nuestra más profunda actualidad.


 


Teatro Regio (Córdoba 6056). Funciones jueves a sábados, a las 20.30, y los domingos, a las 19. Entradas: desde 70 pesos.