Dos mujeres en un almuerzo comienzan las negociaciones de la venta de un galpón. Una de ellas, la dueña, pertenece a una familia que supo vivir de las ganancias de sus grandes empresas. La Vendedora es una señora de edad que con el paso de los años perdió todo lo que acumuló su familia, hasta el punto de tener sólo la propiedad donde vive y el galpón que tratará vender al mejor precio. La otra es La compradora, una mujer más joven que trabaja en una inmobiliaria y que no sólo compra y vende terrenos, sino que colabora con una empresaria de la industria textil, muy ligada a la política, para instalar talleres textiles clandestinos con trabajadores inmigrantes. Un tercer personaje aparece en esta pieza: la Empleada doméstica de la Vendedora, que es boliviana y mientras atiende a su patrona será testigo de la negociación y conversación que tienen la Vendedora y Compradora; y será clave en la resolución de la trama.

 

“El discreto encanto de la compra y venta” es una obra escrita y dirigida por Carlos Alsina, con la actuación de Ana Salas, Sandra Virgolini y Anahí Rodríguez, que viene de desarrollar funciones de junio a septiembre en el Teatro Independiente El Pulmón (en San Miguel de Tucumán). La semana pasada, tuvo lugar una función especial a beneficio de la Campaña Financiera del Partido Obrero.

 

La obra

 

La obra está atravesada por una temática profundamente social que es la explotación laboral, en donde más allá de las diferencias que puedan existir entre la vendedora y la compradora, existe una brecha más fuerte que es la única brecha existente, entre una clase trabajadora explotada y otra explotadora. La hipocresía de la clase media, la decadencia de la misma, los talleres textiles clandestinos, la vinculación de la política en los negociados ilegales, también son abordados.

 

Una obra que podría ser realista, en su manera de representar, tiene una particularidad, cuenta con un recurso actoral de repetición de determinadas acciones, o de congelamiento de otras que pone el acento en algún gesto o palabra en especial. Este recurso actoral, en la línea del “efecto de distanciamiento” propugnado en los inicios de siglo por el dramaturgo alemán Bertold Brecht, permite que los personajes y el ambiente sean presentados como algo conocido y extraño al mismo tiempo, de modo que el público se vea obligado a asumir una actitud activamente crítica ante lo que ve.

 

La función

 

El Teatro Independiente el Pulmón tiene más de 15 años de funcionamiento en Tucumán con una trayectoria y una serie de puestas en escena en su mayoría con un fuerte compromiso social. El grupo de teatro decidió, marcando una coherencia en sus planteos, destinar de manera íntegra lo recaudado de una función la contribuir a la Campaña Financiera del Partido Obrero, entendiendo que es el partido que defienden los intereses de los explotados –cuya situación se representa críticamente en la obra.

 

El día de la función, Carlos Alsina presentó la obra como una función especial en apoyo al PO, y recordó que desde muy joven, con 14 años, siendo estudiante secundario despertó su conciencia política y siempre, a partir de ese momento, trató de estar comprometido. Recordó su época de militancia en Política Obrera, y señaló que en su vida viajó por muchas ciudades del mundo dando seminarios de teatro –76 ciudades, precisó– y conoció en ese trayecto muchos partidos, movimientos y agrupaciones, pero que en ningún lado del mundo existe un verdadero partido revolucionario de la clase trabajadora como es el Partido Obrero de Argentina.