Los trabajadores de uno de los cuerpos artísticos más prestigiosos del país, los del teatro Colón, hace meses no tienen respuestas de la dirección del teatro a los diversos reclamos que están impulsando. Ante este hecho, escribieron una carta que difundieron a través de sus redes sociales para hacer pública la situación que sufren dentro en el teatro.

Los trabajadores denuncian que no se están pagando los roles solistas y una increíble diferencia de sueldo, que llega hasta el 80%, entre los integrantes contratados y los de planta.

En la misma carta, se enumeran los malos tratos que se ejercen desde la dirección del ballet,  la dirección del teatro, el sector de recursos humanos y el staff que acompaña a la directora, Paloma Herrera. La laureada bailarina devenida en directora rechaza la planta permanente y las condiciones laborales que den estabilidad a los artistas de la casa. Los concursos de estabilidad se dilatan y no están confirmados. Según dejaron trascender, no se concursarían todas las vacantes de estos concursos sino algunas de ellas, a discreción.

Como caso ejemplificador de la precariedad laboral y los riesgos que la misma implica, los trabajadores del Colón comentan, con justo enojo, que un bailarín contratado del ballet estable se lesionó gravemente un hombro durante un ensayo dirigido por Herrera y tendrá que ser operado la brevedad. Pero la intervención a la que debe someterse está cubierta parcialmente –solo $15.000 de los 150.000 que costaría– porque al ser contratado no cuenta con las mismas prestaciones de salud que un trabajador de planta. A su vez, como trabajador contratado sólo cobra por obra o contratos basura que no llegan a $10.000 pesos mensuales y no podrá trabajar hasta julio de la temporada 2019. Al momento del accidente, el joven artista se encontraba ensayando un rol solista que no correspondía que interpretara. Sucede que no se respetan los escalafones internos que hacen a la jerarquía historia del cuerpo.

La realidad de las condiciones de trabajo de los artistas del Colón es brutal. Los jóvenes artistas apelan a la buena suerte para no correr con la misma fortuna. Es necesaria la organización independiente de todos los trabajadores del Teatro Colón contra la precariedad laboral reinante para conquistar la estabilidad laboral y nuestras condiciones de trabajo.

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