Cultura

14/7/2020

Un discurso reaccionario contra el twerk y el pole dance: otra vez las Radfem

Hace unos días una radfem española, @rad.quel, publicó en su IG una nota titulada “Crítica feminista al twerk y al pole dance”. En ella postula que bailar estos estilos es perpetuar la lógica patriarcal, ya que nos coloca a las mujeres como objetos sexuales. También señala que no elegimos bailarlos libremente, sino que es el propio patriarcado el que nos empuja a hacerlo. Vale la pena plantear la discusión, puesto que muches tienen un discurso similar en la cotidianeidad.

No sorprende, de todas formas, esta posición de las Radfem. Se trata de un movimiento internacional, que se reivindica feminista y que coloca al patriarcado como primer enemigo, relegando al sistema capitalista como garante de la opresión. Esto tiene numerosos límites, ya que plantean que la lucha por la emancipación de las mujeres es exclusiva de las mujeres. Pero con el detalle, no menor, de que profesan un feminismoTerf (transodiante), es decir un feminismo que excluye a las mujeres trans (no cisgénero), lo cual las coloca en un terreno reaccionario. Por eso también impulsan un abolicionismo basado en la moral, responsabilizando a las mujeres que ejercen la prostitución como medio de vida, en lugar de atacar al sistema prostituyente en su conjunto, el cual, sabemos, es absolutamente dependiente del capital.

La polémica

Estefi Spark, twerkera argentina famosa, difundió la nota en su Instagram. Lógicamente planteó una discrepancia en torno a esa posición, señalando que el twerk es mucho más que un baile “erótico” donde “se mueve el culo y las caderas”. Efectivamente, reducirlo a eso es desconocer todo el entrenamiento que conlleva y su complejidad, como en cualquier danza.

Los argumentos que esgrime @rad.quel, son similares a los que han utilizado, y utilizan, los sectores oscurantistas a lo largo del mundo para cuestionar, y hasta prohibir, la práctica de este y otros bailes. Para ella el objetivo del twerk es “lograr una erección”; es decir, sobresexualiza el cuerpo de quienes lo practicamos y suprime el propio deseo y placer de bailar. Ella justifica su prejuicio sobre la base de una falsedad: que casi ningún hombre lo baila. Por el contrario, hay gran cantidad de hombres que bailan twerk, así como los hay en otras danzas. En todo caso @rad.quel reproduce el prejuicio que existe en la sociedad sobre los roles de género (obviamente sin tomar en cuenta a las diversidades sexuales y de género).

Sobre la liberación de los cuerpos

Cualquier danza, así como cualquier disciplina artística, se practica por distintas inquietudes y con distintos niveles de intensidad. Existen quienes las eligen como medio de vida u otres que simplemente las tomamos como hobbie. De la misma forma no hay nada que determine per sé su “espíritu” ni su sustancia, ya que son les propies sujetes quienes transforman las artes.

El twerk y el pole dance son bailes que para algunes representará la liberación de los cuerpos, para otres sólo un desafío más; algunes lo usarán como forma de protesta y otres sólo para disfrutarlo. Plantear que practicarlos es ser cómplice del patriarcado es como plantear que no podemos vestirnos como se nos plazca porque nos rebajamos a objetos sexuales. El discurso Radfem, una vez más, demuestra ser un discurso represor, basado en los prejuicios propios del oscurantismo que muches combatimos a diario. No hay que dejar que este discurso tome relevancia, hay que combatirlo en todos los terrenos, mientras luchamos por un mundo donde nuestros cuerpos puedan ser libres de toda opresión y violencia.