Educación

29/1/2021

CABA: el gobierno presentó un protocolo para clases presenciales sin presupuesto

Larreta y Acuña presentaron ante los sindicatos docentes  el protocolo de retorno para volver a las aulas.

Mientras el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presenta un protocolo con presupuesto cero, les docentes, estudiantes, familias y comunidades exigimos un retorno seguro.

El operativo de aperturas prematuras de escuelas montado desde el gobierno nacional no se basa en consideraciones epidemiológicas objetivas que establezcan un parámetro para avanzar en un retorno seguro a la escolaridad presencial. Sin presupuesto destinado a tal fin, ampara y convalida la política de los gobernadores como Larreta quien durante las últimas semanas ha convocado a los sindicatos al solo efecto de reiterar el inicio de clases presenciales sin las mínimas condiciones garantizadas en relación al transporte, el distanciamiento social en aulas, la falta de auxiliares de limpieza e insumos sanitarios, sin definiciones sobre las escuelas de jornada completas, desconociendo la realidad particular de cada nivel y modalidad como es el caso de la Educación Especial y el nivel maternal/inicial, entre otros.

La medida ha tomado una centralidad absoluta en el reclamo que realizan desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (a Larreta como a Alberto Fernández) el conjunto de comunidades educativas organizadas bajo la consigna “Por un retorno seguro a las escuelas”.

A contramano del reclamo, Larreta y Acuña, con las manos desatadas por el ministro de Educación nacional Nicolás Trotta, presentaron un protocolo en la última reunión del día jueves 28/01 a la que convocaron a los sindicatos. Es el protocolo de la inversión cero. Vale detenerse en la letra que intenta institucionalizar una apertura a costa de la salud de cientos de miles de trabajadores, estudiantes y familias.

El protocolo supone un desconocimiento de la situación de infraestructura de la escuelas e institutos de la ciudad (falta de insumos, falta de agua, espacios sin ventilación, hacinamiento, etc.). El protocolo transfiere la responsabilidad de la disposición de los edificios escolares, sin presupuesto extraordinario, sobre directivos, docentes y auxiliares. El documento dispensa de asistir a las escuelas a estudiantes con familiares en grupo de riesgo pero no exceptúa a los docentes en esa misma situación, es decir que las dispensas de cuidado no están contempladas. El protocolo supone una cantidad de insumos de higiene, limpieza y esquema de desinfección integral de edificios escolares, que el gobierno no gira habitualmente, no giró el año pasado y no hay partida asignada para hacerlo este año. Cabe señalar que a esta altura del año también se debe combatir el dengue.

Además el protocolo desconoce la realidad cotidiana del aula y parece redactado por personas que nunca pisaron una, supone comportamientos de niñes que no son propios de la edad e impone la responsabilidad de tutelar ese comportamiento a los docentes. El protocolo no da cuenta de la situación laboral de la docencia (2 o 3 cargos en el caso de primaria, varias escuelas en el caso de media y curriculares) y las llamadas burbujas por curso son una abstracción. Además desconoce que la falta de vacantes y escuelas impone que niñes de una misma familia concurran a distintas instituciones.

El protocolo impone una obligatoriedad compulsiva para estudiantes que responde a las múltiples presiones patronales y a la necesidad de la foto más que a la necesidad educativa. Muchas familias rechazan el retorno en estas condiciones y la obligatoriedad es una extorsión que les fuerza la mano ante la posibilidad de la pérdida de vacantes, entre otros aspectos.

El protocolo no brinda mayores precisiones sobre como será el acompañamiento a los estudiantes que estén exceptuados de asistir. Tampoco señala que ocurrirá con los cursos de los docentes que serán dispensados de la asistencia (¿tendrán clases virtuales esos grupos? ¿habrá docentes suplentes? cómo saberlo). No se asignan recursos destinados a conformar una red de transporte escolar, en contraposición el transporte público será uno de los puntos de colapso entre CABA y provincia de Buenos Aires. Las horas de ingresos y egresos escalonados son un complicación para la organización de las familias.

El protocolo de Larreta/Acuña muestran la inviabilidad de la medida.

Basta de imposturas

El protocolo de retorno a la presencialidad escolar emitido por el Gobierno de CABA se encuadra en una política nacional aperturista que involucra requerimientos de sectores patronales incluso tergiversando documentos científicos aspirando a volver a las escuelas como si no soplara el viento. Utilizando argumentos vinculados a la salud mental de niñes, jóvenes y adolescentes se oculta el objetivo productivista de aperturas en medio de cifras ascendentes y sin políticas orientadas siquiera a la mitigación de las mismas. ¿O acaso hay nombramientos de profesionales, conformación de gabinetes psicopedagógicos tanto en el sistema educativo como en el de salud? La respuesta es no. Tampoco hay nombramientos de más docentes que encuadrados en el estatuto del docente pudiesen reforzar y atender los cursos que debiesen ser divididos.

A lo largo de todo el 2020 se puso a prueba la capacidad de los gobiernos de destinar los fondos necesarios para garantizar el acceso a la educación bajo los avances y retrocesos que marca la pandemia sin embargo el presupuesto educativo se ha visto seriamente lesionado por recortes y ajustes en todos los ítem, impactando fuertemente en infraestructura, cooperadoras, comedores, entre otros.

Los derechos mínimos elementales se ven vulnerados permanentemente mientras la orientación social del gobierno nacional y el de los gobernadores, incluido Larreta, no difieren más que en la semántica. Quienes dicen defender la educación son los mismos que vienen vaciándola hace décadas hasta el día de la fecha.

Los anuncios sin presupuesto, demagógicos y elitistas del GCABA empalman con la falta de determinaciones del gobierno nacional que ha declarado en nombre del federalismo la “vía libre” para que cada gobernador haga lo que quiera en materia educativa.

En tanto la conducción PJ-kirchnerista de la CTERA a nivel nacional y de la UTE en la Ciudad no hacen más que declaraciones de principios sin apelar a la organización y reserva de lucha de la docencia, alineándose detrás del gobierno de los Fernández-Massa.

Alertamos a la docencia acerca de la necesidad inmediata e irremplazable de un plenario-asamblea abierta y virtual a fin de que seamos les docentes junto a las comunidades quienes intervengamos en esta situación crítica y de extrema exposición de la salud y la vida de las comunidades.

Continuamos exigiendo un plan de obras y reacondicionamientos edilicio, universalización de conectividad y dispositivos, becas estudiantiles y canastas alimentarias acordes a las necesidades nutritivas, nombramientos de docentes bajo estatuto, salario inicial para todo docente sin cargo, restitución de licencias de cuidado, aumento de fondos destinados a las cooperadoras escolares.

El día 5/02 a las 18hs, Tribuna Docente, el Partido Obrero y el legislador (MC) Gabriel Solano impulsamos una reunión abierta y virtual convocando a docentes, estudiantes, cooperadoras escolares, familias y al conjunto de la comunidad educativa con el objetivo de intercambiar y deliberar un programa de salida ante la definición gubernamental de aperturas sin presupuesto, improvisada y prematura de las escuelas.