Educación

22/10/2018

CABA: “El Jardín del Ramos” no se toca

Defendamos la escuela infantil N° 6 del Distrito Escolar 6°

El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y Soledad Acuña (ministra de educación) decidió cerrar tres salas de la Escuela Infantil No 6 del Distrito Escolar 6to. Se trata de la sala de lactarios (para niños y niñas de 45 días a 1 año), de deambuladores (para niños y niñas de un año) y la sala de 2 años. Para el año 2019 se cerrará el lactario y en los años subsiguientes los otros dos niveles. Luego las salas de 3 a 5 años serán trasladas al edificio de la Manzana 66, ubicado a más de 15 cuadras del local de la escuela infantil y que generará problemas en la organización de las familias para trasladarse hasta allí. Este predio, además, se encuentra aún en proceso licitatorio y el edificio no estaría funcionando hasta el año 2020.


El “Jardín del Ramos” como lo llamamos desde siempre quienes enviamos a nuestros hijos e hijas a esta institución, está ubicado en la calle Venezuela 3158 e inserto ediliciamente en el espacio del Hospital Ramos Mejía en el barrio de Balvanera.


La modalidad es de Escuela Infantil y brinda servicios educativos desde los 45 días hasta los 5 años con jornada extendida, distribuida en tres franjas horarias.



El jardín del Ramos se destaca no sólo por la excelente labor de sus docentes, a pesar de los escasos recursos con los que cuentan y los graves problemas edilicios que arrastra el Jardín desde hace muchos años, sino también por su función social importantísima para las familias trabajadoras del hospital y del barrio. Sin embargo, durante las inscripciones de octubre quienes intentaron inscribir a sus hijos e hijas en la sala de lactarios se encontraron con que la misma no estaba ofertada. La respuesta que recibieron fue que no se trataba de un problema del sistema sino que las salas se cerrarían. Las familias también denunciaron que fueron invitadas por los facilitadores del Gobierno de la Ciudad a realizar la inscripción en los Centros de Primera Infancia (CPI), que como ya sabemos se encuentran por fuera del sistema educativo y que pertenecen a una red de contención que desde hace años se viene ampliando en la Ciudad de Buenos Aires: en el año 2015 los CPIs eran 17, hoy el número aumentó a 72.


Recordemos que los CPI pertenecen al Ministerio de Desarrollo Social, tienen convenios con ONG ligadas a las iglesias y con clubes de fútbol, no poseen necesariamente un proyecto pedagógico y los y las docentes a cargo de los niños y niñas no están amparados por el Estatuto del Docente.


En un contexto de acuciante falta de vacantes el gobierno, lejos de cumplir con aquella promesa de construcción de 3000 jardines, cierra salas en la Ciudad de Buenos Aires donde existen 17 mil chicos sin vacantes, la mayoría de nivel inicial de entre 45 días y 3 años y ofrece a cambio espacios de contención y cuidado.


Un plan para la destrucción de la Primera Infancia


El cierre del Jardín del Ramos se inscribe en la política de primera infancia que se propone unificar todas las modalidades de gestión del país bajo el paraguas del Ministerio de Educación. Mediante la inscripción on line, que se extenderá a todo el país, se determinará el índice de vulnerabilidad de cada niño o niña y el mismo Estado determinará qué tipo de escuela (Jornada simple, Jornada Completa, Centro de Primera Infancia, etc) le corresponderá. A mayor vulnerabilidad y mayores necesidades, más extensión horaria en centros más precarizados. A partir de la Ley 27.064 de Atención y Cuidados de la Primera Infancia, del año 2015 (iniciativa K) las gestiones asociadas con iglesias, ong, empresas y clubes de fútbol pasan a formar parte del sistema educativo formal y estarán a cargo de la creación de salas de 3 años quedando el Estado con la sola obligación de entregar subsidios a empresas privadas.


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Al momento, el proyecto de los CPI hace agua por donde se lo mire. En primera instancia se han convertido en un agujero negro de fondos estatales ya que no hay control sobre los sistemas de gestión asociada. Por otro lado, los CPI cuentan con docentes en condiciones de absoluta precariedad laboral que ingresan por contratación directa, sin derechos estatutarios y con bajos salarios.



Organización y lucha


Frente al cierre del lactario, que se configura como un ataque directo contra las familias, y que especialmente afecta a las mujeres trabajadoras sobre las cuales aún recae la responsabilidad del trabajo del hogar y el cuidado de los niños y niñas, trabajadoras de la salud, maestras y madres del barrio, se movilizaron junto a sindicatos para realizar abrazos al jardín y “semaforazos” en las esquinas, entre otras medidas, para visibilizar la denuncia.


 El legislador porteño por el Frente de Izquierda – Partido Obrero, Gabriel Solano señaló que “el GCBA está aplicando un recorte de hecho en la educación pública a través del cierre de salas maternales, institutos de formación técnico superior que empalma con el proyecto de eliminación de los 29 Institutos de Formación Docente a través de la creación de la UniCABA que ha recogido un rechazo en el conjunto de la comunidad educativa de los distintos niveles”.


Para derrotar los planes del gobierno y del FMI, desde el PO-FIT llamamos a los trabajadores y trabajadoras de la educación y de la salud y a las familias que luchan por la construcción de escuelas, a unir el reclamo del cierre de las salas de la Escuela Infantil No. 6 al resto de las luchas en defensa de la educación pública y a hacerse presente el 26 de octubre de 10 a 14 en la Legislatura Porteña, día en que la ministra de Educación Soledad Acuña presentará su presupuesto de ajuste en educación para el 2019 y que da cuenta de la guerra que el gobierno ha desatado contra las familias trabajadoras.


Rodeemos de solidaridad a la Esc Inf. No 6. No al cierre del lactario. Construcción de escuelas y jardines. No a los CPI. Frenemos el ajuste en educación.