Educación

20/4/2020

Córdoba: el terciario Simón Bolívar entre pdf y aulas virtuales caídas

La realidad del terciario más grande de la provincia de Córdoba no dista de la situación general de la educación superior en el resto del país. Mientras el presupuestario provincial se ajusta aún más por el avance del Covid-19, con horas sin cubrir y sobrecarga a los docentes; mucho resulta estéril si tenemos un tercio de la población sin acceso a internet y pocas garantías de que cuenten con dispositivos acordes a la demanda familiar. Así las cosas, en la institución fuerzan la “cursada” virtual sin las condiciones dadas para avanzar.


La estructuración de las clases virtuales es una pantomima. Tenemos una parte de los docentes que manda por los medios que puede las clases en pdf, con actividades para resolver y fechas de envío estipuladas; otros deciden grabar las clases y subirlas por diferentes medios que entre nosotres convenimos, mientras a cuentagotas se habilita el aula oficial, que a la fecha no reúne las condiciones mínimas de funcionamiento.


Resulta preocupante esta situación de cursada y regularidad de las materias porque no todes tenemos acceso a la conectividad. Vale recordar que una parte importante de les estudiantes son trabajadores precarizades con hijes a cargo, lo que complica más el desarrollo de las actividades. Sin ir más lejos, un estudiante que tiene solo un dispositivo (teléfono) debe afrontar las tareas de la escuela de sus hijes y aparte lo que le exige la carrera. Así no resulta sencillo mantener un ritmo normal de cursada y esto empuja a una parte importante de les compañeres a abandonar.


Sirven como expresión de esto las clases mediante plataformas como la de Zoom, donde cursos como el de Historia, que sostenían 60/70 ingresantes en el espacio físico, hoy tienen en sus clases online a menos de la mitad participando. Es una muestra de que no se trata de que les estudiantes no quieran acceder a la educación, sino de la falta de alcance a las herramientas tecnológicas o de conectividad que se requiere. Se sabe que mantener una hora de clases con los datos del celular es carísimo y no todes tienen acceso a wifi.


En este marco, recibimos un mail de ultimátum por parte de la dirección para que informemos a la institución acerca de las dificultades que tenemos, con fecha hasta el 20/4, resultando responsabilidad del estudiante la falta de acceso a las aulas u otra dificultad técnico-académica. ¡¿Cómo responderían les estudiantes a una información que no les llega?!


Los intentos de les profesores por dar una salida encuentran sus límites. Más allá de toda la vocación docente que tengan, sostener entre 40 y 70 estudiantes por año en WhatsApp es imposible, pese a las redes solidarias que hemos conformado.


El Consejo no sesiona


Frente al panorama descrito, desde nuestra representación en el Consejo Institucional hemos solicitado, sin obtener respuesta aún, que este funcione a los fines de abordar pormenorizadamente la situación y que no quede ningún estudiante afuera.


Necesitamos tener un informe preciso sobre el alcance real que está teniendo el aula virtual, más teniendo en cuenta que en el Anexo de Villa Libertador muchos compañeros ni siquiera están dados de alta en el sistema. No sabemos si, bajo esta situación, se sostendrán las evaluaciones obligatorias para aprobar la unidad curricular o de qué manera se ajustará el contenido y la forma de examen. Tampoco indicaron qué harán con las mesas especiales de mayo, si se anulan, se postergan o se adaptan virtualmente.


Hay una nebulosa total sobre el accionar y las autoridades solo atinan a pedirnos paciencia” hasta que el Ministerio de Educación de la provincia les baje línea.


El Centro de Estudiantes pintado


La conducción del Centro de Estudiantes no da respuesta ante las inquietudes y necesidades de les estudiantes. Ya en el momento en que estalló la pandemia y antes que se decrete la cuarentena, la agrupación que lo dirige solo pudo decirnos que llevemos a clases una bolsita con jabón para lavarnos las manos, porque las autoridades del instituto no podían garantizarnos ninguna medida de higiene. En este momento, en consonancia con la dirección, solo se limitan a pedirnos paciencia por los grupos de WhatsApp que manejan. Una completa inacción.


Que nadie se quede afuera


Desde la Lista Roja UJS-terciarios planteamos un relevamiento en el claustro estudiantil, para tener claridad de las herramientas reales con las que contamos para desarrollar la cursada virtual. Para sostener esta modalidad, primero debe participar el conjunto de la comunidad educativa, estudiantes y docentes, en una deliberación franca y democrática acerca de qué es viable en este escenario y qué se necesita para implementarlo. Mientras no tengamos respuestas de cómo llevar la cursada adelante sin que nadie quede afuera, desechamos las instancias de evaluación y acreditación normal de las asignaturas, seminarios y talleres. Que se reabran las inscripciones cuando empiecen las clases presenciales para todes les que no se pudieron anotar y se planifique su incorporación mediante las tutorías necesarias, con un cuerpo docente pago para tales efectos. Basta de sobrecarga laboral. Hoy la situación está fuera de la “normalidad” y frente a eso, no puede haber instancias eliminatorias para nadie.


La dirección del Simón no puede descargar la responsabilidad sobre les estudiantes, cuando el gobierno no garantiza el acceso a las herramientas digitales. El Programa Conectar Igualdad debe reactivarse incluyendo a los estudiantes de los profesorados y las computadoras deben garantizarse urgente. En el mismo sentido, impulsamos el aumento inmediato de la beca Progresar a $10.000 y el ingreso irrestricto de todes les estudiantes que lo soliciten, para esto los llamamos a firmar el petitorio que impulsamos a nivel nacional desde la UJS Partido Obrero.


No queremos que la plata del país siga yendo para el FMI.


Necesitamos un aumento inmediato del presupuesto para salud y educación.