Educación

27/3/2020

Córdoba: escuelas públicas, las otras víctimas del Covid-19

Tribuna Docente Córdoba

Las escuelas públicas de la provincia de Córdoba se encuentran en un sensible estado de abandono por parte de Ministerio de Educación incluso antes del abrupto cierre parcial de sus puertas. Se suspendieron las pocas obras a las que el gobierno dio inicio antes del receso estival pasado. Comenzamos el ciclo lectivo 2020 con un importantísimo déficit en el área de infraestructura de todas las instituciones escolares. En las últimas semanas de febrero se ensayó una acción cosmética en algunas escuelas, pintura y reparaciones menores (que, en algunos casos, se descascaraban a pocos días de haber sido realizadas).


A pocas semanas de comenzar el dictado de clases, nos encontramos con la situación excepcional de la suspensión de las actividades áulicas, manteniendo las puertas abiertas para la provisión de una insuficiente vianda del PAICor (programa alimentario para los estudiantes) solo para aquellos alumnos que están inscriptos, lo que en muchas ocasiones deja alumnos sin su magra ración.



La tentativa de levantar la cuarentena al finalizar marzo o incluso extenderla hasta mediados de abril, nos encontrará con un escenario sin respuestas a los reclamos edilicios que las y los docentes y directivos venimos realizando: colocación de vidrios, de ventiladores, calefactores, filtraciones, etc. Sabemos incluso que en una gran cantidad de escuelas se ha suspendido el suministro de gas natural, lo que agrava enormemente la situación, si tenemos en cuenta que nos encontramos en las vísperas del invierno.


La falta de gas es un factor que golpea doblemente a las escuelas técnicas (sobre todo a aquellas con orientación en química) las que por un lado son ensalzadas en loores por la colaboración en la producción de alcohol en gel para mitigar el desabastecimiento comercial y los abusos de los empresarios que han elevado su precio exorbitantemente en pocos días y por otro se las deja libradas a su suerte sin recursos y con edificios destruidos.


No todo pasa


En este marco, retomar las aulas, sin antes garantizar las condiciones edilicias para soportar los fríos del invierno, nos propone una vuelta a clases que propagará la pandemia, siendo que el Covid-19 (un tipo de SARS) se torna menos resistente en temperaturas superiores a los 27°C (como ocurrió con el SARS que fue decreciendo hasta ser erradicado en la época estival en China en 2003).


Tanto el gobierno de Schiaretti como el de Alberto Fernández, nos exponen pues a una situación cada vez más riesgosa, en tanto y en cuanto nos obligan a ingresar inmediatamente a las aulas (con el levantamiento de la cuarentena) y, sobre todo, cuando esas aulas son verdaderas heladeras, el caldo de cultivo propicio para la extensión del coronavirus.


Con el argumento de salvaguardar el ciclo lectivo, ponen en riesgo la salud de la población, al meternos compulsivamente en espacios que lejos de garantizar un proceso pedagógico, solo propiciando la expansión del virus.


-El gobierno debe ejecutar las partidas presupuestarias para infraestructura escolar íntegramente y no solo en un 50% o 40% como viene haciendo hace años.


-Se deben asignar recursos extraordinarios para combatir real y efectivamente la pandemia, sin exponer a las y los trabajadores y estudiantes a una infección y propagación exponencial segura.


-Estas partidas deben estar bajo el control de las escuelas, de sus docentes y estudiantes, para asegurar que los trabajos sean realizados a la medida de las necesidades de cada escuela.