Educación

21/3/2019

El ajuste después del ajuste: la subejecución del presupuesto educativo 2018

Recientemente se dieron a conocer las metas cumplidas e incumplidas del presupuesto nacional educativo de 2018. Los números dan cuenta de una enorme subejecución*, sobre un presupuesto ya de por sí ajustado, certificando el derrumbe del área llevado adelante por el gobierno nacional y los provinciales.


En el rubro construcción y ampliación de jardines infantiles, por ejemplo, se edificaron solo 236 de las 3.043 aulas proyectadas: es decir, un 92,2% menos. En términos de superficie construida, se trató de un 78,7% menos: 61.362 m2, sobre un total previsto de 287.853. Por su parte, por el rubro la Transferencia de recursos para el Mejoramiento de la Infraestructura escolar debían construirse 1.223 aulas y fueron 234, un 81% menos (en metros cuadrados, fue un 46% menos)


En materia de los equipos que debían habilitarse por el Plan Nacional de Educación Digital, se entregaron un 40% menos en el nivel primario (1.197 de 2.000), 91% menos en el nivel medio debían ser (49.980 de 570.000) y 49% menos para Escuela del Futuro (1.524 de 3.000). En el caso del nivel inicial, directamente no se entregó ninguno, cuando se habían presupuestado 5.000.


Lo mismo sucedió con el Incentivo a Docentes Universitarios con actividades de investigación, donde el programa no alcanzó a ninguno de los 25.000 previstos, y con la extensión de la jornada escolar  a través del programa “La Escuela sale a la calle”, que no llegó a ninguna de las 1.772 escuelas proyectadas. 


En cuanto a capacitación de bibliotecarios, solo fueron 2.549 de 5750 programados (56% menos).


Estos recortes se suman a los ajustes que ya contenía el presupuesto 2018, de 201.705 millones de pesos, como la eliminación del programa de Biblioteca del Maestro, un incremento nominal de apenas el 3% en Formación Docente y la reducción de un 43% en el ex Conectar Igualdad (ahora “Plan Nacional de Educación Digital”). Vale recordar que gran parte del personal de este último programa fue despedido en los primeros meses de Cambiemos, sobre todo aquellos que trabajaban en contenidos, software libre y en los respectivos programas provinciales.


Mientras crecen las partidas para el reforzamiento represivo y el pago de deuda, la educación sigue la curva descendente en materia de fondos que viene sufriendo desde 2015, lo que implica tanto al gobierno macrista como a su antecesor.


El presupuesto de coloniaje del FMI del 2019 no es mucho más auspicioso que el del 2018. Para el área educativa se establece un 13,7% de incremento, contra una proyección inflacionaria del 35% según el Banco Central. Así, se recorta un 77%  en Infraestructura, 68% en Edificios para Jardines Infantes, 69 % en Aprender Conectados – Conectar Igualdad, 36 % en Formación Docente, 60%  en Programas Socioeducativos, 35% en Becas para los estudiantes.


La política de Macri, los gobernadores y el FMI ha fracasado, e intentan reflotarla sobre la base del avasallamiento de los intereses de las y los trabajadores. En materia educativa, el programa de vaciamiento y privatista aparece cifrado en el Plan Maestro, que prevé ajustes de fuste sobre las escuelas de todo el país.


Las comunidades educativas no pueden esperar a las elecciones de octubre: la lucha es ahora. Con los métodos asamblearios y generando una fuerte movilización que impulse un plan de lucha sostenido y con continuidad, siguiendo el ejemplo de los docentes del Chaco y Salta, enfrentemos y derrotemos el plan de guerra de Macri, el FMI y los gobernadores contra la educación del pueblo.


*Sobre la base del informe de la Oficina Nacional de Presupuesto y el desglose del periodista Damián Fresolone.