Educación

1/6/2018

El desprecio de Vidal por los pobres (y otro ataque a la educación)

Las declaraciones de la gobernadora María Eugenia Vidal en el Rotary Club es una confesión de la escala de ataques que tienen contra la escuela pública y los trabajadores, concentrando en el tema educación. “Hemos poblado la provincia de universidades públicas y sabemos que los que nacen en la pobreza no llegan a la universidad. No es justo que una minoría de docentes se lleve 19 mil millones de pesos en licencias”.


En primer lugar, la gobernadora debe saber que una maestra con el máximo de antigüedad es pobre, porque cobra $17,756. Por lo tanto, no sólo hay pobres que llegan a la universidad o a estudios superiores sino que además hay pobres que educan.


Además, centenares de miles de jóvenes que desde los barrios más pobres buscan en la educación una salida laboral y social a su miseria. Todo un sector de desocupados que cobran planes sociales debajo del nivel de indigencia costea con eso sus estudios. El esfuerzo de las familias obreras para la superación de su situación es completamente despreciado por Vidal-Macri y Sánchez Zinny, como así también el reconocimiento de los salarios de hambre que ellos pagan. Debemos destacar que en estos momentos continúan cerrados los bachilleratos de adultos, una educación con una matrícula compuesta exclusivamente por trabajadores ocupados y desocupados.


El ataque a la universidad “porque los pobres no llegan” delata, en todo caso, la ausencia de medidas del gobierno para resolver la deserción escolar en todos los niveles, porque así como amenaza cerrar universidades “porque los pobres no llegan”, también cierra grados de primaria y cursos de secundarias “porque los pobres abandonan”. Hasta ahora, a Vidal no se le ocurrió –o no quiso– ni una medida para contrarrestar esa deserción.


Por otro lado, el gasto en licencias que dice tener el gobierno es una gran mentira. Hoy, de hecho, está negando casi todo el régimen de licencia mediante una aplicación para 250 mil docentes, que es administrada por 12 empleados, el gobierno ya debería dar cuenta del resultado económico de este ataque a la salud docente.


El pacto con el FMI encamina al gobierno en un ajuste mayor contra los trabajadores. Por lo pronto, el veto de Macri a la limitada ley anti tarifazos está caldeando más la bronca que existe en toda la clase obrera.


Sería mejor que los Vidal y Macri pongan las barbas en remojo.