Educación

15/9/2017

El Plan Maestro y la Secundaria del “Futuro” (tercera parte)

Triplete antieducativo: reforma laboral, devaluación escolar y ajuste


El “Plan” [Maestro] anuncia un mayor ajuste. Para muestra, dos botones.


 


Cuando  se habla de garantir la enseñanza especial, para un universo ciertamente pequeño  (97.741 alumnos según el documento),  el “Plan”, lejos de asegurar un derecho lo persigue: “la matrícula de las escuelas de educación especial está fundamentalmente compuesta por alumnos con diagnósticos imprecisos – dice- como es el caso de la discapacidad mental leve”. En este marco, continúa, es fundamental precisar el “diagnóstico que permita diferenciar los casos de discapacidad que encubren (!) el fracaso escolar que, en su gran mayoría, afectan a alumnos provenientes de niveles socio-económicos bajos” (sic). Farías de Castro, directora general de cultura y educación de Duhalde, que fue obligada a renunciar por la movilización de papás de chicos que iban a la escuela especial, por  declarar que el Estado no tenía por qué gastar por los “excesos” (en referencia a los niños con capacidades diferentes)  de prostitutas, drogadictos y borrachos ¡no podría estar más de acuerdo!


 


El segundo botón, cuando se refiere a garantir la jornada extendida en las escuelas primarias, no se dice una palabra acerca de la construcción de las escuelas que serían necesarias para ello, lo que reemplaza por “producir acciones con la familia y el entorno socio-comunitario. Familias y organizaciones de la sociedad civil que trabajen junto a la escuela”, reconfigurando “la idea misma de lo escolar, permitiendo abrir la puerta de la escuela y aprender en diversos espacios y ámbitos donde se desarrollen renovadas iniciativas”.


 


Este renovado verso es la llamada “escuela fuera de la escuela”, en iglesias, clubes de barrio, lugares ociosos de los municipios, con el aporte de “la familia”, como por ejemplo  madres cuidadoras en lugar de jardines maternales y jardines de infantes.


 


Vale recordar que en la campaña electoral Macri y Bullrich prometieron, por ejemplo, construir 3000 jardines, algo que por supuesto no ocurrió.


 


Reforma laboral, vaciamiento educativo y ajuste.


 


¡Este “Plan” y todas las leyes en las que se asienta, a la basura!


 


Marx y Engels, la educación del futuro


 


Estos picapedreros atrasan. Pretenden –igual que para las condiciones laborales de la clase obrera- llevar a la educación a los umbrales del siglo XIX. Son los mismos que nos acusan a los socialistas revolucionarios de rechazar la unión de la educación y del trabajo.


 


Frente a la educación unilateral y embrutecedora que propugnan le contraponemos la educación y formación omnilineal que Marx y Engels, en 1860, planteaban para la emancipación de la juventud y de los trabajadores.


 


“Los hombres nuevos –plantearon- desenvolverán sus aptitudes en todos los sentidos. La división del trabajo, impuesta por la máquina, que transforma a uno en campesino, otro en zapatero, otro en operario de una fábrica e incluso a alguno en especulador en la bolsa, desaparecerá por completo”. La enseñanza que proponían, el planteo socialista en educación que formularon, esa “enseñanza permitirá a los jóvenes acompañar el sistema total de producción colocándolos en las condiciones de alternarse de una rama de la producción a la otra, según los motivos impuestos por las necesidades de la sociedad o por sus inclinaciones. Eliminará de los jóvenes aquel carácter unilateral impuesto a todo individuo por la actual división del trabajo” (citado por Manacorda, en “Marx y la pedagogía moderna”).


 


En las instrucciones para los congresales de la I Internacional, en 1866, el programa que se proponía al respecto de la educación de los jóvenes señalaba:


 


“Por enseñanza entendemos tres cosas: Primero, enseñanza intelectual; Segundo, educación física; Tercero, adiestramiento tecnológico, que transmita los fundamentos científicos generales de todos los procesos de producción y que, al mismo tiempo, introduzca a los niños y a los adolescentes en el uso práctico y en la capacidad de manejar los instrumentos elementales de todos los oficios. La unión del trabajo productivo remunerado, de la enseñanza intelectual, del ejercicio físico y de la formación polítécnica elevará a la clase obrera por encima de las clases superiores y medias”.


 


Frente a la escuela del embrutecimiento y del mero entrenamiento laboral, luchamos por una educación integral, al servicio de la emancipación de la clase trabajadora y del pueblo.


 


 


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