Educación

5/10/2018

Escándalo en Córdoba: en Escuelas Pías educan justificando la violencia machista

“Dentro del hogar, la función esencial del hombre es ser el jefe”, dice uno de los textos escolares

Después de que las iglesias evangélicas empapelaran la ciudad con cartelería en contra de la educación sexual, la provincia de Córdoba vuelve a ser noticia nacional, esta vez por el escandaloso trascendido de un texto que describe las “características de un verdadero hombre”, provisto por las Escuelas Pías a sus alumnos como material de estudio.   


El texto cargado de misoginia y discriminación hacia las mujeres e identidades sexuales disidentes, está plagado de argumentos nefastos que justifican la violencia machista como un acto inconsciente fundado en una energía corporal propia de los varones. Además, se destaca el carácter providencial del hombre, su función como jefe de hogar en lo económico y espiritual, y la necesidad de sumisión de la mujer. En todo el texto se realza el valor de la inteligencia masculina, presentando a la mujer como un ser emocional, y se ironiza sobre la identidad de género y el lenguaje inclusivo.


El material es congruente con el “Programa Escolapio de Educación para el Amor, la Afectividad y la Sexualidad”, en tanto siquiera asume un carácter estrictamente biologicista, para basarse en posiciones moralistas contrarias a la perspectiva de género y el respeto a la diversidad sexual, cuyo único fin es justificar la subordinación de las mujeres a una supuesta superioridad del hombre, reservando a ellas la función “natural” de la maternidad, la crianza de los hijos y las tareas domésticas.


Es de destacar que no se trata de un hecho aislado, a principio de año esta misma institución discriminó y suspendió a una alumna de 13 años por su corte de pelo, ahora el escándalo por los materiales de estudio se produce en medio de la resistencia de las escuelas confesionales a las modificaciones aprobadas en comisión a la Ley de Educación Sexual Integral (ESI). Los hechos forman parte de una escalada reaccionaria en la que se inscriben el clero, los cultos evangélicos y todas sus instituciones, para poner freno a la rebelión que protagonizamos las mujeres con alcance internacional.



El reclamo de Ni Una Menos se hizo carne en las miles que movilizamos ante las decenas de femicidios que no dejan de crecer en la provincia. Sin embargo, el cinismo de las declaraciones de la secretaria de Educación, Delia Proviciali, respecto de la necesidad de “instancias de capacitación al equipo docente”, restringiendo la violencia de género a un problema meramente cultural subsanable con la formación docente, dan cuenta del respaldo político al clero para el sostenimiento de la regimentación social basada en la discriminación y subordinación de las mujeres.


La delegación que hace el Estado de la educación en manos de la iglesia no es menor, es un aspecto central del respaldo político a la reproducción de un sistema de opresión dentro de las familias, el que se complementa con la garantía del “ideario institucional” que faculta a instituciones confesionales a impartir educación según sus creencias religiosas. En la provincia de Schiaretti, a todo eso se suma el amparo que el poder judicial brinda a la iglesia para bloquear derechos durante años, como el aborto no punible, sin olvidar el sustento económico y financiero estatal a sus campañas reaccionarias y oscurantistas.


A la luz de los graves hechos, desde el Partido Obrero en el Frente de Izquierda, de forma inmediata presentamos un proyecto de Ley exigiendo la intervención del Ministerio de Educación de la Provincia a la dirección de las Escuelas Pías para erradicar de los contenidos dictados todo vestigio de machismo, misoginia, discriminación y desvalorización de las mujeres, y de rechazo o estigmatización de la diversidad sexual. Asimismo, reclamamos un informe exhaustivo de cuál es la situación en la que se encuentran el resto de las escuelas confesionales de la provincia y el fin de los programas cerrados en estas instituciones.  


El bloqueo a la legalización del aborto en el Congreso ha sido solo un episodio de la enorme lucha política que el movimiento de mujeres está llamado a profundizar, para romper con una institución históricamente enemiga de los derechos de las mujeres y piedra angular de la opresión y violencia que este régimen capitalista depara a las mujeres y al conjunto de la clase obrera. El clero ha tomado cuenta de la potencialidad del movimiento de mujeres, capaz de desestabilizar los lazos profundos que lo unen al Estado por su función de control social, y por ello profundiza sus ataques.


Más que nunca es imprescindible dar continuidad a la rebelión en las calles, por el aborto legal mediante una consulta popular vinculante, por la aplicación de la ley de educación sexual integral laica, científica y por la separación de la iglesia del Estado.