El inicio apresurado de las clases sin tener las mínimas condiciones edilicias y sanitarias se muestran de la forma más brutal y dramática en la Escuela Secundaria Especializada en Arte (ESEA) N°1 de Hurlingham. La desinversión de años por parte de las autoridades tanto de la provincia como del municipio generó la situación actual de riesgo estructural de la Escuela, colocando a toda la comunidad ante un riesgo doble, el del Covid-19 y el edilicio.

Ante esta situación de abandono continuado las familias y docentes de la comunidad del ESEA comenzaron a organizarse para exigir soluciones. Resolvieron redactar una nota dirigida al presidente del Consejo Escolar, Jorge Verón (del Frente de Todos y miembro histórico de la lista Celeste y de la directiva de Suteba), en la cual detallaron las enorme falencias en infraestructura, equipamiento y recursos como son los siguientes: ventanas con vidrios rotos; persianas averiadas; sistema de calefacción defectuoso; los pisos del establecimiento están rajados debido al crecimiento de las raíces de los arboles (el 30% del establecimiento por este motivo se encuentra clausurado y tapiado), además de instalaciones eléctricas defectuosas. Pero sin dudas el aspecto que causa mayor indignación en la comunidad educativa es la desastrosa situación de los baños: falta de inodoros y funcionamiento defectuoso de los demás; canillas sin agua; ausencia de puertas; paredes y pisos cerámicos destrozados; baños de mujeres directamente clausurado, quienes deben utilizar un baño prestado por la escuela de al lado. El ESEA se encuentra en emergencia edilicia hace años, colocándose en un conjunto de establecimientos del distrito que sufren la desinversión sistemática. Por no decir el mal empleo de los recursos en “arreglos” deficientes que se vuelven crónicos.

El Consejo no se hace cargo

El lunes 22 un grupo de madres se acercaron al Consejo para entregar la nota y hacer escuchar sus legítimos reclamos, pero no recibieron de parte del Consejo ninguna respuesta positiva ni una posible solución concreta a corto plazo, cuestión que generó el incremento de la bronca e indignación de la comunidad del ESEA.

Pero esto no es ningún caso aislado sino la norma. Aunque a fin de año del 2020 el intendente Juan Zabaleta y el ministro de educación Nicolás Trotta firmaron un convenio de obras para el distrito con el objetivo de adaptar las escuelas frente a las necesidades que implica la pandemia de Covid-19, lo cierto es que estas obras fueron insuficientes o inexistentes como es el caso del ESEA N°1.

Ante la vuelta a la modalidad presencial lxs docentes y las familias pudieron evidenciar la carencia de inversión en infraestructura y recursos que existen en las  escuelas. Como es el caso de la Escuela Secundaria N°7  que a una semana de iniciada su actividad debieron suspender las clases debido a problemas eléctricos y a un inminente peligro de derrumbe relacionado al desmoronamiento del pozo. O como la Escuela Secundaria N°6  donde no  realizaron ningún tipo de obras en los baños ni en las aulas que están en pésimas condiciones. O en la Secundaría N°16 en la que aún no se dio inicio a la construcción de un baño para el personal docente y auxiliar. ¡Todo esto después de tener un año sin presencialidad en las escuelas!

A esta situación crítica debe agregarse el ajuste salarial a docentes y auxiliares con paritarias por debajo de la inflación real proyectada. Todo esto convalidado por la burocracia de la Celeste de Suteba y el resto de gremios integrantes del FUDB (Frente de Unidad Docente) que hacen gala de su total integración al gobierno.

Verón, Zabaleta y Kicillof responsables

Ante el problema de desenvolver algún tipo de continuidad pedagógica, por la falta de dispositivos y las limitaciones de las clases virtuales, el cuerpo directivo el próximo lunes comenzaría las clases presenciales en tres aulas y con un baño habilitado. Todo depende de la promesa de refacción del baño, habrá que ver en qué condiciones lo dejan. Este cuadro es inquietante por el propósito de llevar adelante obras en horarios de clase; ya conocemos el caso de incendio en la escuela de Escobar.

Como en todas las escuelas de la provincia de Buenos Aires la responsabilidad de garantizar las condiciones de infraestructura está a cargo de la Dirección Provincial de Infraestructura Escolar (DPIE), entidad que responde a la Dirección General de Cultura y Educación a cargo de Agustina Vila como directora. Pero ante la creación de la Unión Educativa de Gestión Distrital (UEGD), la intervención de los municipios en la cuestión de infraestructura es notoria. En el mismo participan miembros del Consejo Escolar, que montan su propio negocio. Esta política de descentralización por parte de la provincia tiene como objetivo dividir las responsabilidades de garantizar las condiciones de estudio y trabajo en los establecimientos.

Ante esta situación debemos ser claros; responsabilizamos al gobernador Axel Kicilof y a Agustina Vila como directora del DGCyE por la falta de un plan de obras de infraestructura a la altura de las necesidades y por el suministro de recursos para el conjunto de escuelas de la provincia de Buenos Aires.

También responsabilizamos al intendente Juan Zabaleta, al secretario de Educación y Deportes municipal Martín Tufeksián (de quienes dependen los destinos del Fondo Educativo Escolar) y al presidente del Consejo Escolar Jorge Verón por  ser parte del problema de las condiciones de abandono y destrucción del ESEA N°1 como en otras muchas de las Escuelas de Hurlingham.

Se plantea la investigación, el juicio y destitución de los responsables de la crisis edilicia, en este caso en Hurlingham, incluyendo los posibles negociados en obras  de dudosa “licitación” y precariedad hechas en estrecha relación con el Consejo Escolar y sus máximas autoridades.

Desde Tribuna Docente saludamos y acompañamos la lucha del ESEA N°1. Debemos desenvolver un plan de lucha que coloque en primer lugar la defensa de la salud y la vida de quienes transitamos las escuelas del distrito.