Educación

16/10/2020

Luján: dos de cada tres estudiantes secundarios está “desconectado”

Un informe elaborado por la Jefatura Distrital de Educación muestra una crítica realidad educativa.

La pandemia del Covid-19 no solo desnudó la precariedad del sistemas de salud, sino además la de los sistemas educativos en el mundo entero. En el municipio bonaerense de Luján, se conocieron una serie de datos que muestran una realidad crítica.

Ante los cierres masivos de las instituciones de enseñanza, los gobiernos dispusieron la “continuidad pedagógica” a través de dispositivos tecnológicos. El proyecto global de la “virtualización educativa” se chocó, en primera instancia, con la propia realidad material. Las estadísticas elaboradas por la Unesco arrojan datos impactantes: en todo el mundo, entre marzo y junio, la mitad de los/as estudiantes que no pudieron asistir a la escuela a causa de la pandémica –unos 1.300 millones- no tuvo acceso a una computadora ni a internet en sus hogares.

En Argentina, al menos uno de cada cinco estudiantes no tiene internet, y queda afuera de las clases y actividades virtuales. En siete provincias (Santiago del Estero, Formosa, San Juan, Catamarca, Misiones, Chaco y Corrientes) al menos un tercio de los/as estudiantes carece de conectividad en la casa. Es decir el mayor “logro” de la virtualización en la enseñanza ha sido la profundización de las desigualdades educativas y sociales.

En Luján, según un informe elaborado por la Jefatura Distrital de Educación sobre la continuidad pedagógica en el Nivel Secundario en tiempos de pandemia muestra que, sobre una matrícula de 7.061 estudiantes que asisten a escuelas de gestión estatal del distrito, solo el 34% se encuentran al día en sus materias, mientras que cerca del 22% no dio respuestas durante el actual ciclo lectivo (El Civismo, 15/10).

Los testimonios de docentes señalan que el principal problema reside en que “hay casos en la que los alumnos no cuentan con una computadora en casa y dependen de un celular que muchas veces tiene que ser usado por varias personas (…). En el primer semestre, donde la gente estaba más en casa, el nivel de respuesta a los trabajos era más alta”.

Este agudo cuadro local se inserta en una realidad regional de características similares. Según información (extraoficial) proporcionada por directivos locales a Prensa Obrera, en las escuelas públicas del nivel secundario de la Región Educativa Bonaerense Nº 10 (Luján, Mercedes, Gral. Rodríguez, Cañuelas, Navarro, M. Paz, Gral. Las Heras, Suipacha y S.A de Giles) alrededor del 75% de los/as estudiantes están “desconectados” de las clases y las tareas domiciliarias. El único contacto que tienen la mayoría de las familias con las escuelas es a través de la entrega de bolsones de alimentos.

De esta manera, en la pandemia se agudizan las desigualdades socio-educativas preexistentes y las brechas digitales. Es claro que este tipo enseñanza a distancia, sin ninguna planificación pedagógica e inversión presupuestaria por parte del Estado, ha materializado una enorme crisis para la educación pública, que impacta directamente sobre los hijos/as de la clase obrera ocupada y desocupada.

¿Cómo superar esta crisis educativa? En primer lugar, con un incremento de los salarios y la formación en servicio de los/as docentes, la entrega gratuita de equipamiento tecnológico para estudiantes y docentes, pasa por el mejoramiento de las condiciones de la población trabajadora, que accede al sistema educativo desde hace décadas muy desventajosamente y con enormes limitaciones. Para lograr estas vitales transformaciones, es necesaria la organización colectiva de docentes, estudiantes y familias contra la orientación del gobierno de priorizar el repago de la deuda externa usuraria.

Por último, es central defender la presencialidad educativa como hecho pedagógico, social y político, en lugar de como garantía para la circulación de la fuerza de trabajo. El retorno a las aulas debe realizarse preservando la vida de todes. Se necesita un incremento sustancial de la inversión en educación, infraestructura, equipamiento tecnológico inmediato, recomposición salarial para docentes y auxiliares, nuevas designaciones de personal, becas, albergues y comedores para estudiantes. En suma, terminar con la precarización y la mercantilización educativa.