El no inicio de 48 horas votado impulsado por los Sutebas Multicolor, tuvo su correlato en los Institutos de formación docente del territorio bonaerense, donde algunos centros de estudiantes se pronunciaron a favor de la medida de lucha. Finalmente, el vaciamiento educativo imperante impacta de lleno en las condiciones de estudio y en la situación de los profesorados, abriendo paso a una deserción sin precedentes.

La reducción de casi 20 puntos en materia educativa que supone el presupuesto 2021 de Kicillof configura una situación límite para los ISFD, dando lugar a un mayor déficit en el acceso a la conectividad y los dispositivos necesarios para llevar a cabo la cursada virtual (extendida hasta julio en la provincia) y, por otra parte, imposibilita la realización de obras de infraestructura necesarias para volver a la presencialidad en condiciones adecuadas. Se le agrega a esto el anuncio de cierre de carreras para el año 2022 en varios profesorados.

A su vez, el incremento de la miseria social y la pérdida de puestos laborales, fruto de las políticas del gobierno nacional y los gobiernos provinciales, va en detrimento de que la juventud pueda continuar con sus estudios. Frente a esta situación, no existen becas suficientes por parte del Estado que colaboren con paliar la situación, sólo sumas de miseria de acceso muy restringido a través del Plan Progresar. Por otro lado, continúa la precarización laboral hacia el estudiantado de tercer y cuarto año por medio del ATR.

Es importante destacar que los centros de estudiantes que han votado a favor de estas medidas de lucha, son aquellos cuyas conducciones son independientes del gobierno de turno, como es el caso del 39 de Vicente López, el 9 de La Plata o el 51 de Pilar. En cambio, los gremios estudiantiles encabezados por agrupaciones peronistas/kirchneristas -nucleados en el ETO- replican el inmovilismo de las direcciones celestes de los Suteba, dejando pasar este nuevo ataque gubernamental a la educación.

Llamamos a levantar en cada profesorado un programa en defensa de la educación, que reclame un salario mínimo igual a la canasta familiar; la conectividad y dispositivos gratuitos para docentes y estudiantes; un plan de vacunación para docentes y estudiantes; la creación y nombramientos de cargos bajo Estatuto; obras de infraestructura y elementos de higiene y seguridad; y la puesta en pie de Comités de Higiene y Seguridad en todas las escuelas. Como vemos, la unidad de docentes y estudiantes, sin ningún tipo de ataduras con quienes nos gobiernan, es un requisito fundamental para llevar estas demandas hasta el final.