Educación

29/12/2021

provincia de buenos aires

Presupuesto 2022 en Educación: mucho ruido y pocas nueces

Kicillof sigue la ruta del FMI.

Kicillof y sus voceros intentan instalar que el presupuesto 2022 de la provincia de Buenos Aires viene con “fuertes subas en educación” (El Destape Web). La afirmación no pasa la prueba de la realidad.

El presupuesto que finalmente se votó en la Legislatura bonaerense está atravesado por un fuerte ajuste en materia de salud y un enorme endeudamiento que será pagado por los trabajadores y la juventud, siguiendo la ruta de ajuste fiscal que reclama el FMI. Construir un relato sobre la supuesta “defensa de la educación” es una cortina de humo que esconde el verdadero ajuste.

Los números de Kicillof son claros. El “fuerte presupuesto educativo” es un 13,2% mayor al del año pasado en términos reales. Pero queda por debajo de la inflación real, que no será de un 33% como dibujo Guzmán, sino que estará alrededor de los 50 puntos.

Varios voceros de Kicillof defienden el presupuesto educativo en nombre de ser el más importante desde el 2015. Pero ese argumento no hace más que confirmar que desde hace años en la provincia de Buenos Aires la educación es vapuleada. Antes y después del 2015. ¿O acaso Kicillof olvida las huelgas docentes que sacudieron el mandato del otrora gobernador Daniel Scioli o los reclamos continuos por parte de las comunidades educativas de reformas edilicias en escuelas que se caían (caen) a pedazos?

Destaquemos que el “progre” Kicillof gobernó el 2020 extendiendo el presupuesto de la neoliberal Vidal del año anterior.

Durante este año y el 2020 la pandemia puso en mayor emergencia al sistema educativo provincial. Los niveles de desconexión de les estudiantes en algunos casos llegan al 50%, pero en ningún nivel bajaron del 30%. La respuesta de Kicillof fue más que insuficiente. No solo no hizo frente a los reclamos de conectividad y WiFi, ni ejecutó ninguna partida especial de becas, ni nada para mantener a les estudiantes en la cursada. Su “respuesta” fue flexibilizar y precarizar docentes, como por ejemplo con el plan +ATR. Dicho sea de paso, el presupuesto 2022 estima profundizar ese camino de precarización, avanzando sobre las condiciones de trabajo de la docencia.

Si partimos de donde venimos queda aún más claro que el presupuesto 2021 se trata de un nuevo ajuste, pues no representa las necesidades reales de estudiantes y docentes.

El año que viene se prepara una presencialidad “plena” (aun con el salto en el número de contagios de coronavirus). Para ello la primera condición es garantizar una enorme inversión en materia de infraestructura para condicionar el conjunto de las casas de estudio en PBA. Además del presupuesto necesario para garantizar protocolos de bioseguridad. Es sabido que fueron los propios docentes quienes tomaron en sus manos el cuidado dentro de los colegios, incluso comprando ellos mismos el material para desinfección. En segundo lugar, es impostergable garantizar la conectividad de todes les estudiantes y docentes. Nada de esto está planteando para el 2022, ya que chocaría de lleno con el ajuste fiscal que reclama el FMI.

Otro punto clave son las becas. La mayoría de las familias de les estudiantes y los mismos estudiantes caímos en la pobreza. Los jóvenes en un 70% trabajamos de forma precarizada, con salarios paupérrimos y sin derechos laborales. Este porcentaje abarca estudiantes secundarios, terciarios y universitarios. ¿Es posible garantizar una educación de calidad con estudiantes que van rotos a las cursadas? Claramente no. Kicillof tampoco coloca estas prioridades. No se anunció presupuesto para un plan de becas provincial, y lo que sabemos de la Progresar es que van a sufrir un recorte fenomenal en comparación al año pasado. O sea no habrá aumentos en su monto que hoy ronda entre los 3 mil y 5 mil pesos.

Por otro lado, uno de los reclamos de intendentes de ambos lados de la grieta, a condición de votar el presupuesto de forma favorable, fue tener las manos libres para usar a gusto y piacere los fondos educativos de sus municipios. La malversación de esos fondos son una constante y muchísimas comunidades educativas a lo largo de los años se movilizaron y reclamaron que los mismos sean dados a conocer por los municipios y se ejecuten según las necesidades educativas. Kicillof se pone del lado de los intendentes que usan esos fondos para financiar sus campañas, negociados personales, etc. Posse ha hecho escuela en esta materia.

Abajo el pacto con el FMI

Finalmente, el problema del presupuesto provincial es su orientación social. La orientación de Kicillof es la del gobierno nacional e incluso de la oposición patronal y los liberfachos: darle rienda suelta a un ajuste para llegar al acuerdo con el FMI que es lo que reclama la clase capitalista de conjunto, por lo menos en esta fase.

Toda la rosca que transcurrió dentro de la Legislatura bonaerense hasta altas horas de la madrugada da cuenta de que ni a oficialistas ni a derechistas les importa las necesidades populares. El voto a favor del presupuesto se negoció con todo tipo de repartijas y cargos. El más importante la “re, re”. A partir de esos acuerdos entre bambalinas se define la “voluntad” de los legisladores, a excepción de la izquierda.

Solo los legisladores del Frente de Izquierda-Unidad con Guillermo Kane a la cabeza rechazaron el presupuesto de ajuste y endeudamiento de Kicillof y la oposición patronal. El año entrante nos depara poner en pie un fuerte movimiento educativo de lucha que logre quebrar el ajuste. Las bancas del FIT-U serán un instrumento importante, dentro y fuera del recinto, para lo que se viene.