Educación

9/5/2020

Río Negro: el Estado no da respuesta y la educación es sostenida por sus docentes

Con enorme esfuerzo, disponiendo de sus propios recursos materiales y económicos, la docencia viene sosteniendo el proceso de acompañamiento pedagógico de miles de estudiantes de todos los niveles del sistema educativo. No solo emplean mayor tiempo en la realización de tareas y correcciones sino que, en muchas instituciones, son los encargados con los equipos directivos de entregar módulos de alimentos y cuadernillos. A contramano, el Ministerio de Educación no ha facilitado ninguna estructura institucional y de acceso gratuito, tanto para estudiantes y docentes para que se produzca el intercambio de tareas.


Sin embargo, a los funcionarios no solo no les alcanza con desentenderse y descargar toda la responsabilidad en la docencia, sino que además, pretenden que se evalúe y acredite, a pesar de que no desconocen que muchos alumnos/as no han podido acceder a las tareas por carencias socioeconómicas. De hecho, el reparto de módulos de alimentos en las escuelas tiene una demanda cada vez mayor por el empobrecimiento de las comunidades educativas.


La irresponsabilidad se acrecienta por parte del Estado, al solicitarle en muchas escuelas, que se establezca una comunicación docente-familia a partir de dar el número privado de los celulares de las docentes. Un hecho inédito y peligroso, que expone a miles de trabajadoras, y que no solo viola la privacidad y los derechos laborales, sino que se inscribe en una idea de educación como un hecho individual y voluntarioso, cuando la educación es un proceso colectivo y dentro de una comunicación institucional, que resguarda al niño y niña en su integridad y al docente en sus derechos laborales.


La necesidad urgente de una plataforma educativa gratuita y de fácil acceso servirá para que el acceso al conocimiento sea más igualitario, además que el Estado debe proveer los recursos materiales y la formación para trabajar en contextos virtuales, pero hay que entender, que el proceso que llevamos adelante como educadores en este contexto, es solo de acompañamiento pedagógico. La educación a distancia no puede reemplazar el proceso educativo presencial y de deliberación y comunicación efectiva y afectiva entre docentes y estudiantes, que hoy no se puede llevar adelante.


Debemos emprender la defensa de nuestras condiciones laborales no permitiendo que se exponga la privacidad de la docencia. La integridad de las y los niños, y que no se evalúe, la provisión de netbooks a docentes y estudiantes, y un salario acorde a la canasta familiar es parte de defender una educación integral, social y colectiva para los hijos de los trabajadores, que eduque con todos los sentidos y todos los recursos al servicio de entender la realidad y modificarla en servicio de la clase trabajadora.