El gobernador, en una “carta abierta”, ha convocado a una mesa educativa provincial, que tendría por finalidad la elaboración de las bases para una Ley Provincial de Educación.

¿Cuáles son los límites del debate propuesto?

Pues, en primer lugar, que las decisiones cruciales que son la ley Nacional de Educación, la Ley de Financiamiento Educativo, la Ley de Educación Técnica, ya están tomadas, y en poco tiempo más el esquema se completará con la Ley de Educación Superior.

No nos proponen entonces un debate educativo, sino un debate sobre la implementación operativa de unos principios y una reglas generales que ya han sido previamente fijadas.

La otra subordinación del debate tiene que ser con el “proyecto de provincia”, que consiste en la entrega de las riquezas naturales a grandes corporaciones internacionales.

La falencia educativa en nuestra provincia y en nuestro país se vincula con el hecho que el Estado no invierte lo necesario en la educación.

Las necesidades urgentes pasan por la organización masiva de escuelas de jornada completa o doble escolaridad, por la implementación de jardines maternales y salas de tres años en todos los jardines, por reducir la cantidad de alumnos por aula a un tope de 20, por implementar gabinetes psicopedagógicos que asesoren a los docentes y orienten a los alumnos, por la estabilización de planteles docentes en las instituciones que puedan vivir con un cargo bien remunerado, por la provisión de materiales de estudio y salas específicas para tecnología, lectura, ciencia, artes; por la organización de sistemas de perfeccionamiento docente masivos, permanentes y en servicio, por la extensión de la copa de leche y el aumento sustancial de las becas para asegurar la secundaria obligatoria.

Todas estas posibilidades de mejora chocan con un presupuesto educativo, que no alcanza a cubrir un tercio de lo necesario para tener una educación de calidad.